Cuando en el centro del país se discute con mucha fuerza, acerca de la entrega en los consultorios públicos de la llamada "píldora del día después", en Magallanes pareciera que el asunto no es tema, como si aquí no existiera embarazo adolescente, abortos clandestinos, o abandono de criaturas recien nacidas en la vía pública. Este silencio de los actores sociales, y lo que es peor, de la comunidad organizada, da cuenta de una realidad preocupante, una carencia o insuficiencia de debate, intercambio y contraposición de ideas y de opiniones entre los llamados a encarnar el sentir y el pensar de los magallánicos y magallánicas. Parece que estuvieramos en una burbuja, y después nos quejamos que todo se resuelve en Santiago.
Nuestra región requiere de que se transparenten las opiniones de unos (as) y otros (os), qué piensan los parlamentarios de la región?, ¿Qué opinan los candidatos a parlamentarios de la derecha sobre la entrega de la píldora, qué opinan las candidatas de la concertación. ¿Qué opinan los alcaldes?, porque convengamos que decir que se respetará el fallo de la Contraloría, no es una opinión.
Algo raro hay en esto de ocultar lo que se piensa. En fin, será que se quiere evitar incurrir en el bochorno público de verse públicamente diciendo que sí apoyan la entrega, y luego echar pie atrás dejando el tema "a lo que resuelva cada uno en su consciencia", como se vio ayer al candidato presidencial, el inversionista Piñera.
Comulgar con ruedas de carreta no parece fácil, deben ser difíciles de tragar. Aunque algunas personas como el mencionado empresario, lo hacen con una soltura que nadie podrá igualar.
LA VOZ DE MAGALLANES
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