El debate televisivo que presenciamos anoche, por el canal TVN, la red pública, nos permitió ver y escuchar a los candidatos presidenciales, en una buena muestra de lo que cada uno representa. Pese a los esfuerzos del diputado ex PS de llevar a una confrontación personal a los candidatos más fuertes, y de dar muestras de las clases de dicción que estuvo tomando, su performance no fue ni chispeante ni refrescante, y mucho menos imaginativa e innovadora. Tampoco logró diferenciarse del candidato de la izquierda extraparlamentaria, Jorge Arrate. No quedó claro por qué habría que preferirlo a él. En cambio el candidato del Juntos Podemos, hizo gala de su trayectoria política, mal que mal militó por más de 50 años en el PS, y ocupó cargos de relevancia en distintos gobiernos. Dio muestras de ser un buen conversador, no tuvo problemas en ajustarse a los escuálidos tiempos televisivos, y finalmente coronó con una cuota de humor su intervención. Mostró solvencia y dignidad, al reclamar para sí, la representación de las ideas socialistas y allendistas.
Pero, esta es una pelea de "perros grandes", así que lo más esperado era la confrontación entre el Senador Eduardo Frei y el inversionista Piñera. Si bien al comienzo fue bastante deslavada la performance de estos dos candidatos, el debate tuvo un giro magistral, cuando al término de su intervención, Eduardo frei representó a Piñera su insostenible posición en el caso de uso de información privilegiada, que acababa de ser publicado en un informe, nada menos que de la ONG Transparencia Internacional, organismo muy citado por la derecha a la hora de criticar al gobierno. Piñera quedó helado, acentuándose los gestos y rictus que su rostro no podía ocultar. Tuvo que aguardar que la transmisión se interrumpiera por comerciales, para usando el espacio destinado a responder otra pregunta, retrucó a Frei, diciendo que mentía, y que era un irresponsable.
En la práctica, este tema, que era ya de dominio público al mediodía (fue publicado por el diario electrónico El Mostrador), era inevitable que se tocara en el debate. Por lo que resulta curioso que haya tomado tan de sorpresa a Piñera. Quedó desencajado, no supo reaccionar. Al término del debate, Eduardo Frei, le dió el espolonazo final, "..me quedo con lo que dice el informe de Transparencia internacional, y con la multa que él pagó".
Y así concluía el debate, y se encendían las declaraciones de los dirigentes derechistas, quienes salieron en masa a reclamar como una "bajeza" que se le hubiese recordado a su candidato ese tema. En una actitud tipicamente derechista, exigen mesura, prudencia, y una cuasi censura, para proteger a Piñera, de los innegables escándalos en que ha estado involucrado.
Prepararse, porque todavía debe salir el tema del Banco de Talca, el que podía haber salido, a propósito de la propuesta que el mismo Piñera hizo respecto de un "sernac financiero", y que se respete los derechos de los trabajadores.
Definitivamente el inversionista Piñera es un humorista, de hecho varios de los concurrentes estallaron en risas, tras escucharlo en versión líder sindical.
Como resulta obvio, la única situación en que se confrontaron los candidatos, fue esta, y bastó para copar todo el espacio noticioso, e invisibilizar a los otros dos candidatos, quienes quedaron reducidos a la calidad de acompañantes.
EQUIPO LA VOZ DE MAGALLANES
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