jueves, 9 de julio de 2009

NUEVA MAYORIA PARA LA CONSTITUCION DEL BICENTENARIO

Se acuerdan de aquellos años, fines de los ochenta, ganado el plebiscito, lo que sucedió posteriormente. El año 1989 si la memoria no nos traiciona, se gestó el acuerdo entre las fuerzas opositoras y los jefes de la dictadura (entre los cuales había muchos civiles hoy devenidos en inocentes congresistas), para dar forma a lo que sería la transición a la democracia. Recordamos también que por esa época sólo un sector reducido del espectro político (no sabemos lo que pensaba la población porque no hubo encuestas al respecto), planteaba la necesidad de llamar a una asamblea constituyente para cambiar la espúrea Constitución del ochenta. El resto, la mayoría de los que asumirían las responsabilidades de gobierno, una vez derrotado el candidato de la dictadura (fue Büchi, ahora están difusas esas imagenes), se plegó a la tesis de mantener el grueso de la normativa y la institucionalidad.

Por qué sucedió eso?, si se podía o no podía avanzar mas rápido, no lo sabemos aún, será tarea de los historiadores develarlo, y todos sabemos que la historia se escribe, bastante tiempo después de extintos sus protagonistas. En Chile son éstos insolitamente longevos, así que queda bastante tiempo por delante. El punto es que ahora, veinte años después, !POR FIN! se habla de una nueva constitución, no una de adorno, y maquillaje como hasta ahora. LA CONSTITUCION DEL BICENTENARIO.

Pero, las dificultades de ayer, son el desafío del presente. Sin una sólida mayoría parlamentaria, todo será sólo poesía, nada concreto. El pueblo debe recuperar el control del parlamento. Para ello será esencial el pacto contra la exclusión que se suscribió con el Juntos Podemos. En teoría, permitirá doblar en distritos donde antes la derecha ha obtenido parlamentarios con una escualida votación.

La necesidad de contar con un ESTADO EMPRESARIO, como lo tuvimos en la década del treinta, justamente para sacar al país del desastre de la Crisis mundial, iniciada también por la especulación búrsatil el año 1929. Eso implica que el Estado no solamente pueda iniciar actividad económica sin necesidad de contar con autorización por Ley de quórum calificado. Sino también revisar el rol que le da al Estado la Constitución de Pinochet, el rol subsidiario, un rol totalmente insuficiente para enfrentar las circunstancias actuales de la economía mundial.

Por supuesto que hay una gama infinita de temas que deben incorporarse a la nueva Constitución, como la iniciativa popular de ley, reforma al sistema electoral, etc.

Debemos difundir y socializar entre nuestros conocidos y amistades, estos importantes temas. A no dejarse engañar por los cantos de sirena de la derecha y sus esbirros, sus bataclanas y sus mascotas televisivas.

FIRME POR LA CONSTITUCION DEL BICENTENARIO

LA VOZ DE MAGALLANES

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