El fragor de la campaña electoral de este año, muchas veces no ha permitido distinguir las luces y sombras de los candidatos, en especial esta nebulosa se ha producido -un poco intencionadamente hay que reconocerlo-, con la candidatura del diputado ex PS, Ominami. Es así como que el postulante independiente, ha tejido una glamorosa red mediática en torno a su persona, que aprovecha muy bien su perfil ligado a la farandula, y por supuesto la vistosa carrera televisiva de su esposa, karen, quien en gran parte fue gestora de su éxito electoral en el distrito 10.
La verdad es que nada malo hay en esta performance y en el uso intensivo de las cuñas de TV, con ardorosas acusaciones a su ex partido el PS, y a los dirigentes de la concertación y al gobierno. El diputado debe diferenciarse, y en esto se da un poco aquello que se ha descrito en psicología, esto de que para vivir él y crecer, debe matar a su padre. Lo que vendría a ser matar al PS y la concertación. Hasta ahí se entiende su compulsión por atacar casi exclusivamente al gobierno y los partidos que la sustentan. Sin embargo, como se trata de una elección presidencial, y no estamos eligiendo al presidente de curso, debemos ser un poco mas acuciosos en nuestro análisis. Es así que viene totalmente al caso el traer a la memoria las conductas, los actos y no las palabras del diputado en cuestión, las que a nuestro juicio revelan sus verdaderas intenciones.
En primer lugar, el surgimiento de este liderazgo lo hace saltándose las estructuras democráticas de su propio partido, el sector al que pertenecía junto a su padrastro, recientemente había sido estruendosamente derrotado en las elecciones internas del PS. Clave para sus intenciones eran tomar el control partidario, ese control que con férrea y no muy pulcra mano el clan Ominami ha ejercido sobre la quinta región. Pero la maquina no fue suficiente, y ese intento fracasó bulliciosamente. Decide entonces, el asalto al poder por fuera del conglomerado, tratando de producir una grave escisión en el PS, la idea era generar el quiebre partidario con una masiva retirada de militantes. Esta intentona también fracasa, pese a que hasta último minuto el Senador por la quinta cordillera esperó se garantizará su cupo al interior de la coalición, permitiéndole hacer campaña dentro del PS, por un candidato presidencial distinto del decidido por las estructuras democráticas del partido.
Sin sustento partidario, sin grandes dirigentes políticos o parlamentarios apoyándolos en la centro izquierda, la jugada siguiente es mirar a la derecha. Se reune con conocidos militantes del pinochetismo, e incorpora a su círculo mas cercano a conspicuos representantes de este sector. De paso cultiva una política de no agresión y con múltiples gestos de simpatía con el candidato de la derecha. Esto dio a su vez inicio a una campaña en los medios de prensa de la derecha, masivo y sistemático, apoyando y promoviendo la opción del diputado ex PS, viéndolo como la fórmula de debilitar al candidato único de la concertación, y aumentar sus opciones de ganar en diciembre.
El vuelco hacia la derecha se manifiesta asimismo, con varios gestos y señales, tales como abrirse a revisar el regimen de indemnización por años de servicio de los trabajadores, objetivo amasado por mucho tiempo por el sector empresarial. Propone también la privatización de una parte de las empresas estatales, apuntando a Codelco, trofeo deseado por los millonarios chilenos, entre los que obviamente se encuentra el candidato de la derecha. Cuando llega al paroxismo su acercamiento a la derecha es cuando elogia al dictador Pinochet por el manejo que tuvo de las aspiraciones marítimas bolivianas. A eso hay que agregar las andanadas cotidianas en contra del gobierno, del PS y de la DC, el menoscabo y trato insultante del candidato de la concertación, y el menosprecio de la obra del gobierno, del rol del estado. Nuevamente permite a la derecha darse un festín, con críticas y denuncias (que posteriormente no fundamenta), sobre intervencionismo electoral, operadores políticos en hospitales públicos. En suma, se une al coro derechista que ataca al estado por ineficiente, corrupto y rehén del cuoteo político.
El candidato independiente calla respecto a las prácticas adoptadas por una década en Valparaíso por el clan Ominami, para controlar y usar en provecho propio el aparato fiscal. De eso hay testimonio en procesos judiciales en curso, en el que han tenido que pagar como chivos expiatorios, personas de gran trayectoria , que han ofrendado sus carreras políticas para no afectar a quienes se beneficiaron de sus gestiones. La lealtad en el silencio. Cual novela siciliana.
Resulta muy singular como se ha pretendido ocultar todo esto, disfrazando de irreverencia, lo que no es otra cosa que travestismo, traición a los principios que encarnan la concertación y el gobierno.
Sus frases tan difundidas en que ningunea a la Presidenta Bachellet, son una muestra latente de lo que representa el diputado ex PS. Para los que aun no creen que esto es así, pregunten a Marquito donde estaba en Enero de 2006, para la segunda vuelta presidencial. Aunque resulte increíble el flamante diputado !Se fue de vacaciones!, y no trabajó ni un día en la campaña de la actual Presidenta de la República. ¿Este es quien pretende suceder a Michelle Bachelet?, simplemente es inaceptable tal nivel de falsedad.
Sabemos que muchos y muchas personas de izquierda, socialistas o ex socialistas, han mirado con esperanzas a este joven líder, que tantas promesas deparaba para el futuro, sin embargo vistas las situaciones descritas, los (as) invitamos a no dejarse engañar, no se equivoquen, votar por el diputado Ex PS es VOTAR POR LA DERECHA.
No te dejes engañar por los cantos de sirena de la farándula, no hay nada glamoroso ni irreverente en votar por los dueños de Chile, Votar por Meo es Votar por Piñera.
En Diciembre no pierdas tu voto, vota consciente, vota Concertación, VOTA FREI.
jueves, 29 de octubre de 2009
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