MONTAJE 27 F: NADIE SABE PARA QUIEN TRABAJA
Cuando la mitad de Chile, resultó derrotada en las pasadas elecciones presidenciales, nadie imaginó nunca que el gobierno de derecha que se nos venía encima, no sólo no iba a cumplir sus numerosas promesas de campaña, sino que iba a hacer todo lo posible por destruir lo poco que iba quedando del respeto a las instituciones, y particularmente a la imagen de la primera autoridad de la república. Resulta repetitivo y majadero detenerse en los sucesivos, y a veces, graves chascarros en que incurre el actual presidente, que hasta para la publicación de libros ha dado, de las jugosas y divertidas situaciones que protagoniza. Puede parecer pintoresco, y hasta simpático que una figura pública se tome con cierta liviandad los pesados ritos y protocolos, que de algún modo, coartan las reacciones o las conductas naturales de las personas. Lo que está lejos de toda discusión es que el camino hacia la popularidad, hacia la aceptación, y finalmente, hacia ese tan esquivo, cariño de la ciudadanía, no está pavimentado ni por editoriales mercuriales, ni por programillas políticos pauteados en la segegob, ni mucho menos, se alcanza esa anhelada aprobación popular, fraguando operaciones al mejor estilo "punta peuco".
El foco a que ha apuntado la campaña comunicacional del gobierno, en las últimas semanas, es al ciudadano común y silvestre, aquél que prefiere ver un programa de farándula, o un reality show, antes que ver las noticias, y que está mas interesado en saber si su equipo de futbol pasa o no pasa a los play-off. Se apunta a capturar la atención y ojalá mejorar la percepción del gobierno, en el nivel socio económico D y E donde la aprobación del gobierno es de un 20%.
El expediente esta vez, ha sido "nuevas versiones" o versiones "actualizadas" de uno de los videos mas exhibidos en la TV chilena los últimos dos años, aquél que inocentemente se grababa mientras las autoridades de la época, sesionaban en la Onemi, post terremoto 27F. Se trata de disparar con munición de guerra, y con todo lo que se tenga a mano, sobre la hasta ahora inalcanzable Michelle Bachelet. Este intento de menoscabar, o rasguñar al menos, la popularidad de la principal figura de la oposición, se justifica en la derecha, por la precaria performance de sus precandidatos presidenciales. Pero resulta tan obvio, y básico el argumento, que no resiste mayor análisis, y finalmente se produce el efecto ¿indeseado?, de incendiar la pradera, de radicalizar las posturas en vísperas, de otro 21 de mayo.
En clave de complot, se podría buscar quien gana y quien pierde, generando este estado de cosas antes de la cuenta presidencial. El objetivo mas obvio, podría ser distraer la atención de la esmirriada aprobación presidencial, sin embargo estos ataques han sido un boomerang, que no se han comprado ni siquiera las familias de las personas fallecidas el 27 F. Y por otra parte han desatado una reacción de respaldo colectivo, de la alicaída concertación a su figura más señera. Otra opción es pensar que a quien se busca beneficiar no es al gobierno, ni al presidente, sino a alguno de los aspirantes a sucederlo. Cual de los integrantes de la tripleta de ministros presidenciables, resaltaría más por su perfil, por su personalidad, y por su carácter, en medio de esta guerrilla de declaraciones, y amenazas de todo tipo. No gana con esto, el de carácter más fuerte, ni tampoco es para que resalte el más eficiente, la jugada beneficia, al de atributos "blandos", al simpático, al artista que incluso ha sido comparado con Nureyeb. Es de nuevo esa derecha de Lavín, la que siempre habló pestes de la política, muy al estilo del "tata", y que mientras promueve esta chimuchina en un símil del caso "radio kyoto", consigue horadar el prestigio no sólo de las autoridades políticas, sino desprestigiar a la política misma. Todo para que, trazando un gran círculo, un joven y carismático líder aflore por sobre esas "peleas políticas" y le hable a la gente de "las cosas que realmente le preocupan".