domingo, 28 de agosto de 2011

MEMORIA DE UN INUTIL SUBVERSIVO

Penando en el alma, están las luces y sonidos del ayer,

Nada parece perderse en el horizonte de los tiempos,

Soy niño, tengo cuatro años, y Allende está vivo y en La Moneda,

Las calles están llenas de obreros, hay reuniones, marchas, suenan canciones,

Luego tengo siete años, y camino de la mano de mi madre por unas solitarias calles de Limache, en procura de la Estación ferroviaria, cruzando el Puente Limache, hay un grupo de hombres con pasamontañas, que tienen cortada la calle, cuando nos acercamos, uno de ellos le indica con la mano a mi mamá que podemos pasar. En ese momento se aproxima un auto que intenta atravesar el puente, no lo dejan pasar. El conductor trata de pasar por la vereda, pero se lo impiden, uno de ellos golpea el parabrisas con una mochila con piedras, el parabrisas se rompe. Nosotros durante esta escena hemos seguido caminando, y todo sucede ante nuestros ojos, igual que en una película, veo al conductor del vehículo, limpiando el asiento de auto de los vidrios, y veo a los encapuchados retándolo. También veo un camión que se acerca, tiene un letrero que dice SIDUCAM, a este sí lo dejan pasar.

Los colores de mi infancia están mezclados de manera inseparable, con estos retazos de historia que ahora reconstruyo. No lo sabía en ese momento, pero lo sentía de algún modo en mi corazón sobrecogido, cuando escuchaba a mis padres hablar sobre lo que pasaba.

El día del golpe, recuerdo a mi padre llevándome de la mano, atravesando la plaza de Quillota, se escuchan disparos y gritos, apuramos el paso hacia la casa. Recuerdo el relato de mi madre, que ese día viajó a Valparaíso a buscar a mi hermana que estudiaba en el  Pedagógico, los infantes de marina en los techos de las casas apuntando sus armas hacia la calle, el toque de queda durante todo el día. Voces que le gritaban que se detuviera o disparaban. Mi madre continuando su marcha hasta traer a mi hermana de vuelta sana y salva, pese a que ella estaba decidida a morir combatiendo junto a sus compañeros y amigos, sólo tenía dieciséis años.

Desde pequeño sentí algo muy especial, cuando veía en las viejas murallas de adobe, en lugares perdidos en los campos, antiguos rayados hechos con brocha y pintura, llamando a votar por Allende y la Unidad Popular, ese signo de las letras "U" y "P" ubicadas en los vértices de una equis o un signo "por", sólo cuando yo mismo ya era adolescente, y no sin muchas dificultades, ya que estábamos en dictadura, pude comprender el significado de todo eso. Y ya bastante más grande cuando estaba en enseñanza media, y luego en la universidad, adquirí conciencia clara, de la magnitud del avance popular durante el gobierno de Salvador Allende, y como esos colores y sonidos de mis primeros años, se enmarcaban en un proceso histórico. La emoción que experimento, cuando veo imágenes de aquellos tiempos, es difícil de describir, muchas veces he sentido como si yo hubiese vivido todo eso de más cerca, como protagonista, como si yo hubiese sido otro, y hubiese participado del proceso, y luego hubiese ofrendado mi vida en la defensa del gobierno popular.

Esas imágenes y sensaciones me han acompañado hasta mi vida adulta, aún hoy mi corazón se estremece al ver fotografías de las concentraciones, durante la campaña presidencial de 1970, los desfiles de trabajadores para el 1° de Mayo, los discursos de Allende, luego las fotos y el audio del bombardeo a La Moneda. Se me eriza la piel y siento como si todo eso estuviera pasando ahora.

sábado, 6 de agosto de 2011

SOY SUBVERSIVO



SOY SUBVERSIVO

Recientemente, don Carlos Larraín, Presidente de RN nos ha impresionado con una de sus diatribas estilo "Martes de Merino", dijo algo así como "no nos doblarán la mano una manga de subversivos y además inútiles, que muchos de ellos los tenemos en el congreso por no haber sabido ganar las elecciones.." La frase para el bronce grafica en buena medida el estado de las cosas, en el Chile actual, no ese de la reconstrucción, 24 x 7, el rescate de los mineros, sino el de la letra chica, el del golpe en la ANFP para sacar a Bielsa, el de los brillantes ejecutivos de La Polar, el del lucro de las fundaciones sin fines de lucro, el de la fortuna del presidente que crece y crece, aunque los chilenos pierdan plata con las afp.

De pronto este ataque de sinceridad de don Carlos, pone las cosas en su lugar, don Carlos es  marxista, incluso más que Guillermo Teiller de quien dijo, estar "en éxtasis" al ver lo demócrata que era.  Don Carlos cree  que hay que agudizar las contradicciones. Amante de la historia, para conseguir sus objetivos políticos no dudaría en dirigir un asalto al palacio de invierno. Al lado de don Carlos, todo el resto es reaccionario. La democracia es un chiste para este pro hombre, por eso vive deleitando a las periodistas, con sus declaraciones floridas, pintorescas, plagadas de frases que se usaron allá por los años 50, como "gente decente", "que dije", "choriflay", "este ñato", y otras por el estilo.

La olla está que revienta,  la enorme tensión social que estamos viviendo, hace que  no pocos pregonen que entramos en una crisis de gobernabilidad, que haría peligrar las instituciones. Menos mal que pinocho está muerto y el mamo está en cana, porque si no capaz que hasta "ejercicio de enlace" tendríamos. Ya lo advirtió el ex Presidente Frei a un medio argentino, e ipso facto saltaron a su cuello los mastines de la Moneda. El presidente de la Udi, Sr. Coloma, dijo que Frei poco menos hablaba de picado por haber perdido las elecciones, y que además le hacía un grave daño a la imagen del país diciendo esas cosas en el extranjero. Como si el prestigio internacional de Chile no dependiera de los actos propios del gobernante, que en medio del vendaval de protestas, quiso reavivar el show de la mina San José, con vergonzosos resultados, por funa y abucheo en Copiapó.

Hay muchos que piensan que sería bueno adelantar las elecciones. Si estuviéramos en un régimen parlamentario, sería una buena salida, dentro de la institucionalidad, para reformular un gobierno profundamente impopular. Lamentablemente nuestra constitución no lo contempla, y menos mal porque como es el mecanismo para reemplazar a los parlamentarios, capaz que ante la renuncia del mandatario, la udi designe a Moreira o a la JVR. Mejor sigamos así.

No hay salida clara para este entuerto, y va tomando fuerza inusitada, algo que sólo los comunistas pedían el año 88',  Asamblea Constituyente. Las fuerzas sociales, la ciudadanía empoderada, la gente, el pueblo, se aburrió y ya no aguanta más calmantes. Quiere que los cambios se realicen ahora, y no en la próxima generación, ya no hay más excusas, y sea la derecha o la centro izquierda quien gobierne, debe dar respuesta a estas exigencias, se debe canalizar la marea de propuestas y demandas, y transformar el país, como se transformó con la creación de la Corfo, con el gobernar es educar, luego con la reforma agraria, y con la nacionalización del Cobre, Salitre y Hierro.