Por aclamación, en el pleno del Comité Central del Partido Socialista, fue proclamada candidata a diputada por Magallanes, Ana María Díaz, destacada luchadora social, dirigenta política, profesora, y por sobre todo MUJER, con mayúscula. Viene a fortalecer el rol de la mujer en política, en un contexto donde la inmensa mayoría de las candidaturas parlamentarias, fueron asignadas en forma transversal a los varones.
De esta forma se ratifica lo que ya había resuelto el Partido Socialista en Magallanes, y lo que pedían los magallánicos y magallánicas que la conocen y han sabido de su apoyo en momentos difíciles.
Por eso que el llamado que ha hecho Ana María es a mirar hacia adelante, a construir el futuro y no quedarse en la s chimuchinas, y en las peleas de baja calaña a las que pretenden llevarnos algunos.
Lealtad con el Gobierno de la Presidenta Bachelet ha sido su norte en estos casi cuatro años de gobierno, y así como desde la Gobernación de Magallanes no trepidó en defender a los más desposeídos, del maltrato de los poderosos, así mismo llevará al Parlamento lo mejor de esta tierra magallánica, para enriquecer el trabajo legislativo con la visión de los distintos actores de nuestra región.
Donde algunos se proclaman los paladines del regionalismo, y sólo han buscado beneficios personales y para su familia, jactándose de su independencia, pero sin tener controles de ningún tipo para poner imponer el nepotismo y el clientelismo más feroz. La candidata Ana María ofrece respeto y dignidad para todos y todas, sin temor a los poderosos y millonarios, y sin compromisos con el gran empresariado.
Trabajadores y trabajadoras de Magallanes, FIRME JUNTO ANA MARIA DIAZ.
miércoles, 26 de agosto de 2009
lunes, 17 de agosto de 2009
MICHELLE BACHELET RATIFICA APOYO A FREI
MICHELLE BACHELET EN ENTREVISTA DEL MERCURIO 16.08.09
Ejemplo de responsabilidad y consecuencia política
Presidenta Michelle Bachelet, entrando a su último semestre en el poder y en el arranque de la campaña electoral:"Nadie puede pedirme que sea neutral""Frei es mi candidato.
Enríquez representa a un grupo de personas que quiere una opción independiente".
"El cambio por el cambio no tiene sentido" "La gran mayoría de los chilenos es de centroizquierda, y la Concertación sigue representando a ese mundo".
Sale a nuestro encuentro con su sonrisa cordial. Mucho más delgada de lo que se ve en TV, le hace gracia el comentario. "Me favorece la tele porque la gente cuando me ve lo primero que me dice es que soy más delgada, más joven y más bonita", comenta entre risas.
-Una vez dijo que para no envanecerse leía los diarios. ¿Y ahora?
-Dejo de leerlos.
En su cuarto y último año de gobierno, dice que las limitaciones de su vida las tenía bien sabidas antes de asumir: "La falta de tiempo para uno, la familia, leer. Mi hija mayor está estudiando fuera de Chile y para ir a verla, aunque fuera por dos días, tendría que pedirle permiso al Senado".
Comenta que esa libertad que tenía antes "ya no existe". Pero no se queja. "Lo que no era tan previsible era el costo que tendría para mis hijos. A ellos no les interesa tener un rol público, y siempre se anda buscando, como si hubiera cadáveres en el clóset, si han recibido alguna ventaja por ser hijos de la Presidenta".
-Cuando termine su período, ¿volverá a vivir en el departamento de Vespucio?
-No. Ahí vive mi hijo. Yo buscaré dónde vivir. Eso significa un préstamo habitacional. Tengo que verlo con mi hija menor, que vive conmigo.
-Cuatro años, ¿se le han hecho largos?
-Estamos como a 28 semanas de terminar y todavía hay muchas cosas que hacer. El tiempo vuela.
-¿Y tiempo para pololear?
-Por supuesto que no -dice entre risas-. Eso no estaba en mi programa de gobierno. Estoy dedicada 100% a mi trabajo de Presidenta.
-¿Con cuánto personal cuenta para su servicio en la casa?
-Tengo una señora que trabaja puertas adentro y una puertas afuera.
-¿Cómo se las arregla desde que se le ocurrió que las nanas no trabajen los domingos?
-Perfectamente. Me levanto temprano a darles comida a mis tres perros: Mara, su hija Laika y el Sisú. Cuando no hay actividad afuera trato de almorzar en familia. Me gusta cocinar. Me relaja.
-¿Su plato preferido?
-No tengo un plato preferido, sino muuuuchos. Lo que más me gusta: mariscos y masas.
-¿Tiene asesores de imagen?
-Nooo. Una que me peina, yo me maquillo sola. Y elijo mi ropa según los compromisos.
-¿Cuántos viajes?
-No los he contado. He viajado bastante, pero nunca es suficiente cuando un país como Chile definió su proyecto de desarrollo vinculado a un modelo exportador. Se trata de viajar lo necesario para generar redes de relaciones. He estado en los cinco continentes y visto el tremendo respeto que existe hacia Chile. Siendo un país pequeño, de desarrollo mediano, es muy respetado, entre otras cosas, por la capacidad de sortear situaciones difíciles -como la crisis económica- con fórmulas interesantes.
-Me impresiona mucho la falta de cariño que nos tenemos en Chile. Sin ser autocomplacientes, deberíamos estar un poquito más orgullosos de lo que somos. Me gustaría transmitirles eso a los chilenos para que mejoremos la autoestima.
-¿A qué país le gustaría volver como turista?
-¡A todos! Cuando una viaja así los ve desde el aeropuerto al hotel o a las reuniones. Lugares maravillosos a los cuales ojalá pudiera volver. Como soy muy realista, digo que cuando pueda no voy a tener dinero, y nadie me va a invitar. Me encanta París, España. Lugares interesantes como China, Japón, Vietnam, India. También me encantan Washington y Nueva York... A algunos lugares espero poder volver con mi familia.
-¿Ha considerado volver a la medicina?
-Me encanta, pero si decidiera volver, tendría necesariamente que ponerme al día. No lo descarto.
Período de gobierno: "Cinco años sin reelección o cuatro con reelección"
-¿Ansía que llegue marzo o le da pena irse?
-Ansío cumplir con lo que he prometido y, el día que termine mi gobierno, irme tranquila por lo hecho.
Conforme con lo logrado, consciente de que falta mucho por lograr, resume:
-Dado que sabíamos que la crisis internacional iba a golpear fuerte al país, mi mayor preocupación ha sido proteger a las familias a través de generar empleo mediante inversión pública importante, proteger el empleo de acuerdo con empresarios y trabajadores y buscar soluciones intermedias mientras se sale adelante. Apoyar a las pymes, que son las que generan más empleo.
-Tenemos un récord de unos 700 mil cesantes...
-Es un récord desde el punto de vista del número de personas, pero no lo es en lo porcentual. En los 80 se llegó a 25% de cesantía. Mi preocupación no son los números, sino lo que hay detrás de las cifras. Por eso mejoramos el seguro de cesantía, que llegara a más trabajadores y durara más tiempo si la crisis se prolongaba. Y los bonos de apoyo a los sectores más débiles y de clase media. Uno de los factores que han atenuado la crisis ha sido la inflación mínima que tenemos, y así, como diría el ministro de Hacienda, "las luquitas rinden más".
-Hemos generado 170 mil empleos a través del plan de estímulo fiscal, 700 millones de dólares destinados a obras públicas y vivienda que ocupan mano de obra. Millones de dólares que Corfo da a las pymes. Las platas se han estado gastando bien.
-Período de gobierno: ¿Cuatro años sin reelección?
-Deberían ser 5 años sin reelección o 4 con reelección. Cuatro años puede ser poco para cumplir la totalidad de los compromisos que uno ha tomado, los trámites son complicados, y genera un incentivo político perverso. No debieran los parlamentarios poder seguir siéndolo por vida: hay que generar un mecanismo que permita tiraje. Es una tarea pendiente.
"Con Velasco discutimos... yo tratando de empujar un poquito"
Tirándose la falda a dos manos, como un tic, se explaya sobre los salmoneros, las forestales, las mineras, la capacitación de mujeres. "Esta crisis -concluye- ha sido fuerte. Me preocupan las familias de los desempleados. Y los apoyamos mediante bonos. Pero creo que la crisis ya tocó fondo y estamos saliendo adelante. Lo digo porque lo he conversado con empresarios. Y aunque no se ven todavía las ramas y las flores, ya se ven brotecitos verdes. La economía está empezando a reactivarse".
-¿Cuál es su ministro regalón?
-No tengo ministros regalones. Sí muchos ministros y ministras a los que les tengo gran cariño y respeto.
-Para una socialista como usted, ¿Velasco no es demasiado libremercadista?
-Nos hemos entendido muy bien. No lo conocía cuando lo invité a formar parte del comando de campaña. Me llamó la atención que estaba ahí, no buscando nada, con su carrera como profesor en Harvard. Cada vez que hay que tomar alguna decisión económica, conversamos. Al comienzo planteó la necesidad de ahorrar. Discutimos, yo tratando de empujar un poquito, pero siempre escuchando su recomendación para la mejor alternativa.
El 73% de apoyo que no se traspasa a la Concertación: "Siempre ha sido así"
-¿Cómo pasará a la historia, aparte de como la primera mujer Presidenta de Chile?
-...Por el sello en la protección social. Si hay algo que haya marcado a este gobierno es identificarse profundamente con los problemas de las personas: colocarlas en el centro de las políticas públicas. Por los acuerdos logrados entre el Gobierno y la oposición, lo que se refleja en que, en menos de un año, se haya hecho la ley de reforma previsional. Políticas de Estado para los niños, para el adulto mayor, una nueva política de vivienda: más grandes y mejores. Y el apoyo al emprendimiento e innovación, que es algo que nunca puede detenerse.
-¿A qué atribuye el 73% de apoyo con que cuenta, pese al Transantiago, la crisis...?
-A una suma de factores. Cuando ven la cantidad de salas cuna que hemos hecho; cuando la gente empieza a recibir directamente los beneficios. La apuesta es a que a todos les vaya bien, no sólo a unos pocos. Hemos estado preocupados y ocupados en tomar medidas para suavizar la crisis. La gente nos ha visto preocupados de las grandes cosas, no en la guerrilla de minucias que no les cambian la vida. Yo creo que la gente me quiere no como "la buenita, la simpatiquita", sino porque me ve trabajando por ellos.
-Pero su apoyo no se traspasa a la Concertación.
-Siempre ha sido así. Este es un país presidencialista.
-Usted dijo que la Concertación tiene que ordenarse. ¿No es usted la líder de la Concertación?
-Yo hago lo que tengo que hacer como Presidenta, y los presidentes de los partidos, de las bancadas, etc., tienen que ordenarlos.
"Se ha trastrocado el sentido de la política"
-Si la Concertación lo ha hecho tan bien, ¿cómo explica los descolgados?
-Cuando ingresé en política, lo hice convencida de que la política es esencial para cambiar el mundo. Sin política no hay democracia. Y cuando uno es parte de un colectivo, se tienen que respetar los acuerdos; no que primen los protagonismos personales.
-Cinco senadores y ocho diputados se fueron de la Concertación en su período...
-Eso tiene que ver con el clima político. Con problemas internos de los partidos, con opciones personales o de pequeños grupos. En la Concertación había muchos mirándose el ombligo, viendo si van a ser o no candidatos, si van a ser elegidos o no. No sólo la Concertación; también se ven candidatos de la Alianza disparándose a matar. Sin ver que si uno está en política es para mejorar el mundo. El partido es un instrumento. Se ha trastrocado el sentido de la política. El gran desafío es reponer lo esencial sobre los intereses personales.
-¿Diría que el PS se precipitó al proclamar a Frei?
-Frei es el candidato de la Concertación, con un programa y una lista parlamentaria común. A la hora de los quiubos, como decía mi abuelita, hay una línea central. Cuando los candidatos se inscriban, se pasará a lo que todos están deseando: debate de ideas, con altura de miras. En esta campaña la amistad cívica se ve muy lejana. La gente está aburrida de campañas llenas de acusaciones. Me acusan de intervencionista porque voy a regiones. Yo no voy a dejar de hacer mi tarea hasta el último día de mi mandato.
-Analistas políticos sostienen que el PS apoya a Frei con la esperanza de que pierda y usted sea Presidenta el 2014.
-Me sorprendo cuando leo a algunos analistas o periodistas políticos que tienen una mirada profundamente conspirativa sobre las cosas. No hay esos cálculos miserables. El PS ha sido sumamente consecuente con su decisión de apoyar a Frei. La gran mayoría de los chilenos es de centroizquierda, y la Concertación sigue representando a ese mundo.
Sobre Marco Enríquez-Ominami: "El cambio por el cambio no tiene sentido"
-¿Qué representa la candidatura de Marco Enríquez-Ominami?
-Mi respuesta es que hay un candidato claro de la Concertación, que es Eduardo Frei. Y Frei es mi candidato. Enríquez-Ominami representa a un grupo de personas que quiere una opción independiente.
-¿Cómo influirá en la elección?
-Puede tener un impacto... Lo importante para la Concertación es trabajar unidos para que Frei sea el próximo Presidente.
-Pablo Halpern dijo que para el éxito de Frei será clave el rol que usted juegue en la campaña. ¿Se va a involucrar?
-Mi rol es ser la Presidenta hasta el último día de mi mandato y cumplir los compromisos que he adquirido. Pero nadie puede pedirme que sea neutral. Por eso digo que Eduardo Frei es mi candidato. Y la mejor manera de que este proyecto que han llevado a cabo cuatro gobiernos de la Concertación continúe, es eligiendo al candidato de la Concertación.
-¿Qué sentiría entregándole la banda presidencial a Piñera?
-Le entregaré la banda presidencial a quien los chilenos elijan, porque creo profundamente en la democracia. Me gustaría entregarle la banda a Eduardo Frei.
-¿Cómo imagina un gobierno de Piñera?
-Desconozco su programa. Estoy convencida de que no da lo mismo quién gobierne, y el proyecto de país que representa la Concertación es el que le hace bien a Chile.
-¿Diría que Piñera está inhabilitado éticamente ...?
-Diría que siempre es bueno separar los negocios de la política.
-¿Qué les diría a los jóvenes para instarlos a inscribirse?
-Lo que le decía recién: que la política es esencial para cambiar el mundo.
-¿Y si le contestaran que están desilusionados de los políticos por ladrones y mentirosos?
-Les diría que eso no es efectivo. Lamentablemente la guerrilla política ha dado una imagen equivocada. Algunos pueden cometer errores, pero no son ladrones ni mentirosos.
-¿No es Enríquez-Ominami quien mejor representa el cambio?
-¿Cambio hacia dónde? Eso es lo importante. Cuando el Presidente Frei gobernó, hizo cambios muy importantes. Su experiencia presidencial puede ser muy importante en momentos de crisis. Y no vamos a decir que todos los demás candidatos son muy nuevos tampoco. El cambio por el cambio no tiene sentido.
-Enríquez-Ominami dice que votará por él la gente que votó por usted...
-Yo creo que la gente que votó por mí votará por quien represente el tipo de sociedad que propone la Concertación.
-De pasar a segunda vuelta, ¿los partidarios de Marco debieran votar por Frei?
-En la segunda vuelta Frei atraería una gran cantidad de la votación de los otros candidatos. En mi caso, en segunda vuelta gané por más de 5 o 7%. Estoy segura de que Frei ganará en la segunda vuelta.
-Si el candidato de la Concertación hubiera sido Lagos o Insulza...
-No me gusta hacer política ficción.
El edecán se asoma por tercera vez a avisarle, sin palabras, que se está atrasando para los próximos compromisos. "Es que yo hablo muy largo", se disculpa sin dejar de sonreír.
ENTREVISTA PUBLICADA EN "EL MERCURIO" 16.08.09
Ejemplo de responsabilidad y consecuencia política
Presidenta Michelle Bachelet, entrando a su último semestre en el poder y en el arranque de la campaña electoral:"Nadie puede pedirme que sea neutral""Frei es mi candidato.
Enríquez representa a un grupo de personas que quiere una opción independiente".
"El cambio por el cambio no tiene sentido" "La gran mayoría de los chilenos es de centroizquierda, y la Concertación sigue representando a ese mundo".
Sale a nuestro encuentro con su sonrisa cordial. Mucho más delgada de lo que se ve en TV, le hace gracia el comentario. "Me favorece la tele porque la gente cuando me ve lo primero que me dice es que soy más delgada, más joven y más bonita", comenta entre risas.
-Una vez dijo que para no envanecerse leía los diarios. ¿Y ahora?
-Dejo de leerlos.
En su cuarto y último año de gobierno, dice que las limitaciones de su vida las tenía bien sabidas antes de asumir: "La falta de tiempo para uno, la familia, leer. Mi hija mayor está estudiando fuera de Chile y para ir a verla, aunque fuera por dos días, tendría que pedirle permiso al Senado".
Comenta que esa libertad que tenía antes "ya no existe". Pero no se queja. "Lo que no era tan previsible era el costo que tendría para mis hijos. A ellos no les interesa tener un rol público, y siempre se anda buscando, como si hubiera cadáveres en el clóset, si han recibido alguna ventaja por ser hijos de la Presidenta".
-Cuando termine su período, ¿volverá a vivir en el departamento de Vespucio?
-No. Ahí vive mi hijo. Yo buscaré dónde vivir. Eso significa un préstamo habitacional. Tengo que verlo con mi hija menor, que vive conmigo.
-Cuatro años, ¿se le han hecho largos?
-Estamos como a 28 semanas de terminar y todavía hay muchas cosas que hacer. El tiempo vuela.
-¿Y tiempo para pololear?
-Por supuesto que no -dice entre risas-. Eso no estaba en mi programa de gobierno. Estoy dedicada 100% a mi trabajo de Presidenta.
-¿Con cuánto personal cuenta para su servicio en la casa?
-Tengo una señora que trabaja puertas adentro y una puertas afuera.
-¿Cómo se las arregla desde que se le ocurrió que las nanas no trabajen los domingos?
-Perfectamente. Me levanto temprano a darles comida a mis tres perros: Mara, su hija Laika y el Sisú. Cuando no hay actividad afuera trato de almorzar en familia. Me gusta cocinar. Me relaja.
-¿Su plato preferido?
-No tengo un plato preferido, sino muuuuchos. Lo que más me gusta: mariscos y masas.
-¿Tiene asesores de imagen?
-Nooo. Una que me peina, yo me maquillo sola. Y elijo mi ropa según los compromisos.
-¿Cuántos viajes?
-No los he contado. He viajado bastante, pero nunca es suficiente cuando un país como Chile definió su proyecto de desarrollo vinculado a un modelo exportador. Se trata de viajar lo necesario para generar redes de relaciones. He estado en los cinco continentes y visto el tremendo respeto que existe hacia Chile. Siendo un país pequeño, de desarrollo mediano, es muy respetado, entre otras cosas, por la capacidad de sortear situaciones difíciles -como la crisis económica- con fórmulas interesantes.
-Me impresiona mucho la falta de cariño que nos tenemos en Chile. Sin ser autocomplacientes, deberíamos estar un poquito más orgullosos de lo que somos. Me gustaría transmitirles eso a los chilenos para que mejoremos la autoestima.
-¿A qué país le gustaría volver como turista?
-¡A todos! Cuando una viaja así los ve desde el aeropuerto al hotel o a las reuniones. Lugares maravillosos a los cuales ojalá pudiera volver. Como soy muy realista, digo que cuando pueda no voy a tener dinero, y nadie me va a invitar. Me encanta París, España. Lugares interesantes como China, Japón, Vietnam, India. También me encantan Washington y Nueva York... A algunos lugares espero poder volver con mi familia.
-¿Ha considerado volver a la medicina?
-Me encanta, pero si decidiera volver, tendría necesariamente que ponerme al día. No lo descarto.
Período de gobierno: "Cinco años sin reelección o cuatro con reelección"
-¿Ansía que llegue marzo o le da pena irse?
-Ansío cumplir con lo que he prometido y, el día que termine mi gobierno, irme tranquila por lo hecho.
Conforme con lo logrado, consciente de que falta mucho por lograr, resume:
-Dado que sabíamos que la crisis internacional iba a golpear fuerte al país, mi mayor preocupación ha sido proteger a las familias a través de generar empleo mediante inversión pública importante, proteger el empleo de acuerdo con empresarios y trabajadores y buscar soluciones intermedias mientras se sale adelante. Apoyar a las pymes, que son las que generan más empleo.
-Tenemos un récord de unos 700 mil cesantes...
-Es un récord desde el punto de vista del número de personas, pero no lo es en lo porcentual. En los 80 se llegó a 25% de cesantía. Mi preocupación no son los números, sino lo que hay detrás de las cifras. Por eso mejoramos el seguro de cesantía, que llegara a más trabajadores y durara más tiempo si la crisis se prolongaba. Y los bonos de apoyo a los sectores más débiles y de clase media. Uno de los factores que han atenuado la crisis ha sido la inflación mínima que tenemos, y así, como diría el ministro de Hacienda, "las luquitas rinden más".
-Hemos generado 170 mil empleos a través del plan de estímulo fiscal, 700 millones de dólares destinados a obras públicas y vivienda que ocupan mano de obra. Millones de dólares que Corfo da a las pymes. Las platas se han estado gastando bien.
-Período de gobierno: ¿Cuatro años sin reelección?
-Deberían ser 5 años sin reelección o 4 con reelección. Cuatro años puede ser poco para cumplir la totalidad de los compromisos que uno ha tomado, los trámites son complicados, y genera un incentivo político perverso. No debieran los parlamentarios poder seguir siéndolo por vida: hay que generar un mecanismo que permita tiraje. Es una tarea pendiente.
"Con Velasco discutimos... yo tratando de empujar un poquito"
Tirándose la falda a dos manos, como un tic, se explaya sobre los salmoneros, las forestales, las mineras, la capacitación de mujeres. "Esta crisis -concluye- ha sido fuerte. Me preocupan las familias de los desempleados. Y los apoyamos mediante bonos. Pero creo que la crisis ya tocó fondo y estamos saliendo adelante. Lo digo porque lo he conversado con empresarios. Y aunque no se ven todavía las ramas y las flores, ya se ven brotecitos verdes. La economía está empezando a reactivarse".
-¿Cuál es su ministro regalón?
-No tengo ministros regalones. Sí muchos ministros y ministras a los que les tengo gran cariño y respeto.
-Para una socialista como usted, ¿Velasco no es demasiado libremercadista?
-Nos hemos entendido muy bien. No lo conocía cuando lo invité a formar parte del comando de campaña. Me llamó la atención que estaba ahí, no buscando nada, con su carrera como profesor en Harvard. Cada vez que hay que tomar alguna decisión económica, conversamos. Al comienzo planteó la necesidad de ahorrar. Discutimos, yo tratando de empujar un poquito, pero siempre escuchando su recomendación para la mejor alternativa.
El 73% de apoyo que no se traspasa a la Concertación: "Siempre ha sido así"
-¿Cómo pasará a la historia, aparte de como la primera mujer Presidenta de Chile?
-...Por el sello en la protección social. Si hay algo que haya marcado a este gobierno es identificarse profundamente con los problemas de las personas: colocarlas en el centro de las políticas públicas. Por los acuerdos logrados entre el Gobierno y la oposición, lo que se refleja en que, en menos de un año, se haya hecho la ley de reforma previsional. Políticas de Estado para los niños, para el adulto mayor, una nueva política de vivienda: más grandes y mejores. Y el apoyo al emprendimiento e innovación, que es algo que nunca puede detenerse.
-¿A qué atribuye el 73% de apoyo con que cuenta, pese al Transantiago, la crisis...?
-A una suma de factores. Cuando ven la cantidad de salas cuna que hemos hecho; cuando la gente empieza a recibir directamente los beneficios. La apuesta es a que a todos les vaya bien, no sólo a unos pocos. Hemos estado preocupados y ocupados en tomar medidas para suavizar la crisis. La gente nos ha visto preocupados de las grandes cosas, no en la guerrilla de minucias que no les cambian la vida. Yo creo que la gente me quiere no como "la buenita, la simpatiquita", sino porque me ve trabajando por ellos.
-Pero su apoyo no se traspasa a la Concertación.
-Siempre ha sido así. Este es un país presidencialista.
-Usted dijo que la Concertación tiene que ordenarse. ¿No es usted la líder de la Concertación?
-Yo hago lo que tengo que hacer como Presidenta, y los presidentes de los partidos, de las bancadas, etc., tienen que ordenarlos.
"Se ha trastrocado el sentido de la política"
-Si la Concertación lo ha hecho tan bien, ¿cómo explica los descolgados?
-Cuando ingresé en política, lo hice convencida de que la política es esencial para cambiar el mundo. Sin política no hay democracia. Y cuando uno es parte de un colectivo, se tienen que respetar los acuerdos; no que primen los protagonismos personales.
-Cinco senadores y ocho diputados se fueron de la Concertación en su período...
-Eso tiene que ver con el clima político. Con problemas internos de los partidos, con opciones personales o de pequeños grupos. En la Concertación había muchos mirándose el ombligo, viendo si van a ser o no candidatos, si van a ser elegidos o no. No sólo la Concertación; también se ven candidatos de la Alianza disparándose a matar. Sin ver que si uno está en política es para mejorar el mundo. El partido es un instrumento. Se ha trastrocado el sentido de la política. El gran desafío es reponer lo esencial sobre los intereses personales.
-¿Diría que el PS se precipitó al proclamar a Frei?
-Frei es el candidato de la Concertación, con un programa y una lista parlamentaria común. A la hora de los quiubos, como decía mi abuelita, hay una línea central. Cuando los candidatos se inscriban, se pasará a lo que todos están deseando: debate de ideas, con altura de miras. En esta campaña la amistad cívica se ve muy lejana. La gente está aburrida de campañas llenas de acusaciones. Me acusan de intervencionista porque voy a regiones. Yo no voy a dejar de hacer mi tarea hasta el último día de mi mandato.
-Analistas políticos sostienen que el PS apoya a Frei con la esperanza de que pierda y usted sea Presidenta el 2014.
-Me sorprendo cuando leo a algunos analistas o periodistas políticos que tienen una mirada profundamente conspirativa sobre las cosas. No hay esos cálculos miserables. El PS ha sido sumamente consecuente con su decisión de apoyar a Frei. La gran mayoría de los chilenos es de centroizquierda, y la Concertación sigue representando a ese mundo.
Sobre Marco Enríquez-Ominami: "El cambio por el cambio no tiene sentido"
-¿Qué representa la candidatura de Marco Enríquez-Ominami?
-Mi respuesta es que hay un candidato claro de la Concertación, que es Eduardo Frei. Y Frei es mi candidato. Enríquez-Ominami representa a un grupo de personas que quiere una opción independiente.
-¿Cómo influirá en la elección?
-Puede tener un impacto... Lo importante para la Concertación es trabajar unidos para que Frei sea el próximo Presidente.
-Pablo Halpern dijo que para el éxito de Frei será clave el rol que usted juegue en la campaña. ¿Se va a involucrar?
-Mi rol es ser la Presidenta hasta el último día de mi mandato y cumplir los compromisos que he adquirido. Pero nadie puede pedirme que sea neutral. Por eso digo que Eduardo Frei es mi candidato. Y la mejor manera de que este proyecto que han llevado a cabo cuatro gobiernos de la Concertación continúe, es eligiendo al candidato de la Concertación.
-¿Qué sentiría entregándole la banda presidencial a Piñera?
-Le entregaré la banda presidencial a quien los chilenos elijan, porque creo profundamente en la democracia. Me gustaría entregarle la banda a Eduardo Frei.
-¿Cómo imagina un gobierno de Piñera?
-Desconozco su programa. Estoy convencida de que no da lo mismo quién gobierne, y el proyecto de país que representa la Concertación es el que le hace bien a Chile.
-¿Diría que Piñera está inhabilitado éticamente ...?
-Diría que siempre es bueno separar los negocios de la política.
-¿Qué les diría a los jóvenes para instarlos a inscribirse?
-Lo que le decía recién: que la política es esencial para cambiar el mundo.
-¿Y si le contestaran que están desilusionados de los políticos por ladrones y mentirosos?
-Les diría que eso no es efectivo. Lamentablemente la guerrilla política ha dado una imagen equivocada. Algunos pueden cometer errores, pero no son ladrones ni mentirosos.
-¿No es Enríquez-Ominami quien mejor representa el cambio?
-¿Cambio hacia dónde? Eso es lo importante. Cuando el Presidente Frei gobernó, hizo cambios muy importantes. Su experiencia presidencial puede ser muy importante en momentos de crisis. Y no vamos a decir que todos los demás candidatos son muy nuevos tampoco. El cambio por el cambio no tiene sentido.
-Enríquez-Ominami dice que votará por él la gente que votó por usted...
-Yo creo que la gente que votó por mí votará por quien represente el tipo de sociedad que propone la Concertación.
-De pasar a segunda vuelta, ¿los partidarios de Marco debieran votar por Frei?
-En la segunda vuelta Frei atraería una gran cantidad de la votación de los otros candidatos. En mi caso, en segunda vuelta gané por más de 5 o 7%. Estoy segura de que Frei ganará en la segunda vuelta.
-Si el candidato de la Concertación hubiera sido Lagos o Insulza...
-No me gusta hacer política ficción.
El edecán se asoma por tercera vez a avisarle, sin palabras, que se está atrasando para los próximos compromisos. "Es que yo hablo muy largo", se disculpa sin dejar de sonreír.
ENTREVISTA PUBLICADA EN "EL MERCURIO" 16.08.09
martes, 11 de agosto de 2009
EL MERCURIO-COPESA:LOS VERDADEROS PADRES DE MEO
07 de Agosto de 2009
Opinión
El “fenómeno” Marco Enríquez-Ominami
Por Carlos Huneeus* EN DIARIO ELECTRONICO EL MOSTRADOR
La encuesta CERC de Abril 2009 mostró una baja visibilidad de Marco Enríquez-Ominami (MEO): 1% en la pregunta abierta "quién le gustaría" fuera presidente y no apareció en la pregunta "quien cree que será presidente". Tuve que dar explicaciones, porque otras encuestas lo mostraban con un alto apoyo: La Tercera le dio 10% y TNS Time, 14%, ambas telefónicas. Encuestas posteriores, cara a cara, como la del CEP, mostró a MEO con 10% en quien le gustaría y 3% en quien cree que será Presidente.
No es la oportunidad de polemizar con las encuestas, sino de examinar los factores que explican que esta candidatura haya alcanzado un alto apoyo en ellas, con una velocidad sin precedentes, aplastando las dos candidaturas presidenciales de la izquierda -la del senador Alejandro Navarro y la de Jorge Arrate- y la del senador Adolfo Zaldívar.
MEO tiene una biografía con aspectos atractivos para las personas de bajo interés en la política e interesados en el mundo de la TV, lo cual compensa su opaca biografía política. Es hijo de Miguel Enríquez, fundador del MIR, grupo de extrema izquierda que combatió a los dos últimos gobiernos antes del Golpe Militar de 1973. Su abuelo materno es Rafael Agustín Gumucio, que fue senador del PDC y fundador del MAPU y dirigente de la Unidad Popular (su biografía oficial esconde esta parte de la vida de su antepasado). Su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami, es un destacado senador del PS, ex ministro del presidente Aylwin, que renunció al PS inmediatamente después de él.
Profesionalmente está vinculado al cine y la televisión, a la cual también pertenece su madre, Manuela Gumucio, y su esposa, Karen Doggenweiler, una destacada animadora de programas de entretenimiento. El principal impulsor de su candidatura es un exitoso hombre de la TV, Rodrigo Danús. Sin tener ideas programáticas estables, logra convocar a personas de derecha, como su jefe de programa económico, Paul Fontaine, porque ataca a la Concertación, plantea privatizar Codelco y "gobernar con los mejores", un slogan de las candidaturas presidenciales de la derecha. Ataca a la Concertación y a Frei, evita criticar a la presidenta Bachelet y elude referirse a la candidatura de Piñera.
Varios factores han ayudado a MEO a llegar esta posición de poder.
1. Crisis del PS y debilidad de los partidos. El primer y principal factor de apoyo es la crisis del PS, al cual renunció en junio de 2009. Se ha quebrado el PS varias veces en el pasado, pero ello se produjo cuando estaba en la oposición y ahora una militante, Michelle Bachelet, es Presidente de la República. También los otros partidos de la Concertación atraviesan por graves dificultades, destacando su enorme distancia con la ciudadanía. Sin esta crisis, MEO no tendría espacio.
2. Apoyo de los medios de comunicación. El segundo recurso está constituido por el apoyo de los medios de comunicación, especialmente la prensa escrita de la cadena Copesa y El Mercurio. Ello comenzó a fines de 2008, cuando se extendió el rumor que podía ser candidato presidencial después que el millonario Farkas optara por pasar a un segundo plano luego de su ostentosa participación en la Teletón. Los medios lograron meter un pié en la lucha presidencial.
Hubo una cantidad sin precedentes de artículos, reportajes y entrevistas favorables a él y a su grupo familiar, sin hacer referencia a asuntos políticos. Fue muy intensa esta preocupación en mayo, con 47 artículos, superando cuatro veces el total de artículo aparecidos en abril, 12 (cuadro 1). Esto no fue casual, porque se buscó influir en la opinión pública de cara a la encuesta CEP. MEO entregó su programa económico el 15 de mayo, al día siguiente del comienzo del trabajo de campo de la encuesta CEP, una sorprendente coincidencia.
3. Simpatía en personalidades de la Concertación. La postulación de MEO fue encarada primero con dudas y, después, con cierta simpatía por personalidades de la Concertación, algunos de los cuales están en el comando de Frei. Valoran su postulación porque significaría un paso en la renovación de la política. Algunos hacen un burdo cálculo electoral: proponen no responder a los ataques de MEO a Frei porque esperan sus votos para la segunda vuelta, mientras éste se empecina en destruir los posibles puentes que existirían entre ambas candidaturas para impedir que sus votantes apoyen al ex presidente en el ballotage. MEO crece a costa de Frei.
Personalidades del PDC fueron más allá, elogiando a MEO porque habría tenido la "valentía" de cuestionar a la Concertación, reconociendo que ellos no tuvieron ‘las bolas" para hacerlo, según las expresivas palabras empeladas por uno de los "príncipes" del PDC.
4. Papel de las encuestas. MEO se ha beneficiado de las encuestas, que tempranamente le dieron un bono de beneficio, antes que fuera candidato, por el sólo hecho de incluirlo en las mediciones. MEO se preocupó que su nombre fuera incluido en ellas, comenzando por la consultora Imaginacción, sin experiencia en encuestas electorales, que le dio un 1% en enero de 2009, subió al 2% al mes siguiente, durante las vacaciones, y más tarde llegó al 10%.
Llama la atención que las empresas, consultoras o medios de prensa con encuestas que entregaron altos resultados de MEO no lo miden en segunda vuelta, salvo escasas excepciones. Tampoco el CEP lo hizo. Y quienes lo hicieron, cara a cara, lo muestran muy débil ante Piñera.
En síntesis, MEO es un "fenómeno" no por el porcentaje que obtiene en las encuestas, sino por los factores que explican su lugar en la opinión pública y el enorme poder adquirido, que le permitió aplastar a tres postulantes a La Moneda, poner a la defensiva a la candidatura presidencial de la Concertación e inmovilizar al gobierno, que no ha dicho una palabra en su contra. Son logros que dejarán huellas, más allá del resultado electoral y de la percepción de cura de Catapilco que ve en su postulación la derecha, porque las bases de su poder son más variadas y fuertes que las que tuvo éste hace medio siglo, incluso las económicas.
*Carlos Huneeus es director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC).
Opinión
El “fenómeno” Marco Enríquez-Ominami
Por Carlos Huneeus* EN DIARIO ELECTRONICO EL MOSTRADOR
La encuesta CERC de Abril 2009 mostró una baja visibilidad de Marco Enríquez-Ominami (MEO): 1% en la pregunta abierta "quién le gustaría" fuera presidente y no apareció en la pregunta "quien cree que será presidente". Tuve que dar explicaciones, porque otras encuestas lo mostraban con un alto apoyo: La Tercera le dio 10% y TNS Time, 14%, ambas telefónicas. Encuestas posteriores, cara a cara, como la del CEP, mostró a MEO con 10% en quien le gustaría y 3% en quien cree que será Presidente.
No es la oportunidad de polemizar con las encuestas, sino de examinar los factores que explican que esta candidatura haya alcanzado un alto apoyo en ellas, con una velocidad sin precedentes, aplastando las dos candidaturas presidenciales de la izquierda -la del senador Alejandro Navarro y la de Jorge Arrate- y la del senador Adolfo Zaldívar.
MEO tiene una biografía con aspectos atractivos para las personas de bajo interés en la política e interesados en el mundo de la TV, lo cual compensa su opaca biografía política. Es hijo de Miguel Enríquez, fundador del MIR, grupo de extrema izquierda que combatió a los dos últimos gobiernos antes del Golpe Militar de 1973. Su abuelo materno es Rafael Agustín Gumucio, que fue senador del PDC y fundador del MAPU y dirigente de la Unidad Popular (su biografía oficial esconde esta parte de la vida de su antepasado). Su padre adoptivo, el senador Carlos Ominami, es un destacado senador del PS, ex ministro del presidente Aylwin, que renunció al PS inmediatamente después de él.
Profesionalmente está vinculado al cine y la televisión, a la cual también pertenece su madre, Manuela Gumucio, y su esposa, Karen Doggenweiler, una destacada animadora de programas de entretenimiento. El principal impulsor de su candidatura es un exitoso hombre de la TV, Rodrigo Danús. Sin tener ideas programáticas estables, logra convocar a personas de derecha, como su jefe de programa económico, Paul Fontaine, porque ataca a la Concertación, plantea privatizar Codelco y "gobernar con los mejores", un slogan de las candidaturas presidenciales de la derecha. Ataca a la Concertación y a Frei, evita criticar a la presidenta Bachelet y elude referirse a la candidatura de Piñera.
Varios factores han ayudado a MEO a llegar esta posición de poder.
1. Crisis del PS y debilidad de los partidos. El primer y principal factor de apoyo es la crisis del PS, al cual renunció en junio de 2009. Se ha quebrado el PS varias veces en el pasado, pero ello se produjo cuando estaba en la oposición y ahora una militante, Michelle Bachelet, es Presidente de la República. También los otros partidos de la Concertación atraviesan por graves dificultades, destacando su enorme distancia con la ciudadanía. Sin esta crisis, MEO no tendría espacio.
2. Apoyo de los medios de comunicación. El segundo recurso está constituido por el apoyo de los medios de comunicación, especialmente la prensa escrita de la cadena Copesa y El Mercurio. Ello comenzó a fines de 2008, cuando se extendió el rumor que podía ser candidato presidencial después que el millonario Farkas optara por pasar a un segundo plano luego de su ostentosa participación en la Teletón. Los medios lograron meter un pié en la lucha presidencial.
Hubo una cantidad sin precedentes de artículos, reportajes y entrevistas favorables a él y a su grupo familiar, sin hacer referencia a asuntos políticos. Fue muy intensa esta preocupación en mayo, con 47 artículos, superando cuatro veces el total de artículo aparecidos en abril, 12 (cuadro 1). Esto no fue casual, porque se buscó influir en la opinión pública de cara a la encuesta CEP. MEO entregó su programa económico el 15 de mayo, al día siguiente del comienzo del trabajo de campo de la encuesta CEP, una sorprendente coincidencia.
3. Simpatía en personalidades de la Concertación. La postulación de MEO fue encarada primero con dudas y, después, con cierta simpatía por personalidades de la Concertación, algunos de los cuales están en el comando de Frei. Valoran su postulación porque significaría un paso en la renovación de la política. Algunos hacen un burdo cálculo electoral: proponen no responder a los ataques de MEO a Frei porque esperan sus votos para la segunda vuelta, mientras éste se empecina en destruir los posibles puentes que existirían entre ambas candidaturas para impedir que sus votantes apoyen al ex presidente en el ballotage. MEO crece a costa de Frei.
Personalidades del PDC fueron más allá, elogiando a MEO porque habría tenido la "valentía" de cuestionar a la Concertación, reconociendo que ellos no tuvieron ‘las bolas" para hacerlo, según las expresivas palabras empeladas por uno de los "príncipes" del PDC.
4. Papel de las encuestas. MEO se ha beneficiado de las encuestas, que tempranamente le dieron un bono de beneficio, antes que fuera candidato, por el sólo hecho de incluirlo en las mediciones. MEO se preocupó que su nombre fuera incluido en ellas, comenzando por la consultora Imaginacción, sin experiencia en encuestas electorales, que le dio un 1% en enero de 2009, subió al 2% al mes siguiente, durante las vacaciones, y más tarde llegó al 10%.
Llama la atención que las empresas, consultoras o medios de prensa con encuestas que entregaron altos resultados de MEO no lo miden en segunda vuelta, salvo escasas excepciones. Tampoco el CEP lo hizo. Y quienes lo hicieron, cara a cara, lo muestran muy débil ante Piñera.
En síntesis, MEO es un "fenómeno" no por el porcentaje que obtiene en las encuestas, sino por los factores que explican su lugar en la opinión pública y el enorme poder adquirido, que le permitió aplastar a tres postulantes a La Moneda, poner a la defensiva a la candidatura presidencial de la Concertación e inmovilizar al gobierno, que no ha dicho una palabra en su contra. Son logros que dejarán huellas, más allá del resultado electoral y de la percepción de cura de Catapilco que ve en su postulación la derecha, porque las bases de su poder son más variadas y fuertes que las que tuvo éste hace medio siglo, incluso las económicas.
*Carlos Huneeus es director del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC).
viernes, 7 de agosto de 2009
PRESENTACION DE EDUARDO FREI EN EL CEP
UNA ESTRATEGIA DE CRECIMIENTO PARA EL EMPLEO Y LA
SOSTENIBILIDAD
Exposición del Candidato Presidencial Eduardo Frei R-T
Centro de Estudios Públicos, Santiago, 6 de agosto, 2009
1. INTRODUCCIÓN
“Considerar la crisis como un paréntesis que se va a cerrar pronto, hacer como si
todo debería recomenzar como antes, como si pudiéramos volver a pensar como
antes, a comportarse como antes, con los mismos criterios, los mismos métodos,
sería un error fatal. Nada volverá a ser como antes. Una crisis de tanta amplitud
siempre remite a causas profundas. Uno no puede asistir a una catástrofe como
esta sin hacer un juicio a las ideas, a los valores, a las decisiones que han
conducido a semejante resultado. Esto nos obliga a poner todo en el tapete, a
quebrar con los dogmas y las certezas; la crisis nos hace más libres para imaginar
otro futuro.”
El párrafo que vengo de leer no proviene de un “liberal” estadounidense, ni de un
socialista francés, español o escandinavo, ni de un laborista británico, ni menos de
una representante del neo-populismo latinoamericano. No. Este párrafo fue
pronunciado por un líder que ha sido visitado y alabado por algunos de mis
contrincantes: el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Yo estoy de acuerdo con Sarkozy. Por lo mismo, discrepo con los ven esta crisis
internacional como algo inevitable, natural, cíclico. Discrepo con los que ven sus
costos sociales como parte del juego del capitalismo. Discrepo de los que creen
que la economía mundial se recuperará bajo las mismas reglas con que ha
funcionado hasta ahora.
Si me presento a Presidente de la República no es para administrar
resignadamente un tipo de sociedad que espera que todo lo resuelva el mercado.
Yo no soy una marioneta del mercado, y rechazo a los políticos que se presentan
como tales. Yo quiero ser Presidente de la República porque quiero hacer
reformas para que los chilenos y sus familias vivan mejor, siguiendo en la línea de
lo que ha hecho la Presidenta Bachelet y la Concertación desde 1990 a la fecha.
Quiero hablar aquí sobre un tema que muchas veces está ausente en el discurso
político: el tema del crecimiento económico. Soy un convencido que Chile necesita
crecer a tasas aceleradas para llegar a ser un país desarrollado en esta
generación. Durante mi gobierno demostré mi compromiso con el crecimiento.
Pues bien, volveré hacerlo si soy elegido nuevamente Presidente de la República.
En materia económica el próximo gobierno enfrenta dos desafíos simultáneos. Por
un lado, lograr que el país, así como ha podido sortear de buena forma la crisis
económica internacional, pueda ahora recuperarse rápidamente. Por el otro,
aprovechar las oportunidades que esta crisis le abre a economías como la nuestra
para elevar el ritmo de crecimiento de mediano y largo plazo. Lo más urgente es lo
primero, pero lo más importante es lo segundo: es abordar las reformas que
necesitamos para reinsertarnos ventajosamente en la nueva economía global post
crisis.
En las últimas décadas la economía mundial creció impulsada por el dinamismo
del consumo doméstico de los Estados Unidos. Esto creó un desbalance brutal,
con los norteamericanos consumiendo sin ahorrar y el resto de los países,
especialmente China, produciendo para ellos o prestándoles plata para que
pudieran mantener su nivel de gasto.
Pues bien, esa época se acabó.
Lo que vemos hoy es que Estados Unidos comienza a ajustar sus patrones de
consumo, y los países emergentes comienzan a reorientar su producción hacia
sus mercados internos. Es el caso de China, pero también de India y de Brasil.
Las economías emergentes comienzan a pesar más en el consumo mundial. Esto
abre nuevos mercados, que demandan nuevos productos y nuevos modelos de
negocio. Porque no es lo mismo producir para vender en Nueva York o Londres
que hacerlo para las favelas de Rio de Janeiro, o las masas consumidoras de
Shanghai, Calcuta o Johanesburgo.
El mundo post-crisis encara además la amenaza del cambio climático y la crisis
energética. También la necesidad de revalorar las regulaciones, revisar los
conflictos de intereses y los sistemas de incentivos, y establecer algunas formas
de gobierno de la globalización.
¿Cómo Chile se adaptará a esta nueva época? ¿Con qué rapidez lo hará? ¿Cómo
puede aprovechar las oportunidades que se abren? Éstas son, creo yo, las
preguntas cruciales en el momento actual.
2. RESPONSABILIDAD NÚMERO UNO: CONSOLIDAR LA RECUPERACIÓN
Permítanme decirlo de partida: no hay una formula mágica para acelerar la
recuperación económica ni para recuperar las tasas de crecimiento de las ultimas
dos décadas. Lo que tenemos que hacer es usar los diferentes instrumentos de
políticas macroeconómica y de desarrollo, teniendo en cuenta que la medidas que
adoptemos deben aminorar la incertidumbre que ha sembrado la crisis
internacional, y al mismo tiempo, colocar los incentivos necesarios para
aprovechar las oportunidades de la post- crisis. El mayor desafío económico de un
próximo gobierno es precisamente éste: lograr que Chile juegue mejor en el nuevo
escenario económico internacional.
Vamos a ser pragmáticos en la política fiscal. Estamos cien por ciento de
acuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno en esta materia. No comparto
las aprehensiones que han manifestado algunos economistas de otras
candidaturas –los mismos que no hace mucho proponían eliminar el superávit
estructural--, que hablan de un exceso de gasto. No comparto, tampoco, lo
señalado en orden a restringir el déficit el año próximo no importa lo que pase con
la actividad económica y el empleo. Vamos a continuar con la exitosa política fiscal
contracíclica y con el enfoque estructural. Definitivamente, no nos parece que el
contexto actual esté como para hacer definiciones dogmáticas respecto del gasto
público. Este tipo de posturas inflexibles e insensibles están siendo dejadas atrás
en todo el mundo, y sólo en Chile aún tienen unos pocos seguidores.
Vamos a asegurar la liquidez preferentemente a las empresas de todos los
tamaños. Uno de los factores que detuvieron el crecimiento de la economía
durante la primera mitad de este año fue la crisis de liquidez. Ésta fue superada
muy exitosamente. Ahora bien, tenemos que lograr que la recuperación sea
empujada por la inversión y no por el consumo, porque esto nos garantiza una
expansión con más potencial de largo plazo, con menos impacto inflacionario y
menor probabilidad de alzas de tasas. Lo que hemos visto es que las empresas
grandes han tenido acceso a todos los beneficios de ser un país
macroeconómicamente estable, lo que se traduce en acceso a inmejorables
condiciones de financiamiento. El desafío ahora es lograr que las pequeñas y
medianas empresas tengan un mejor acceso a los mercados financieros. Este es
un punto clave para una recuperación económica sana y potente. Por ello nuestra
estrategia contempla el uso de los instrumentos de fomento del Estado para
garantizar que el acceso a la liquidez de las empresas aquellas medianas y
pequeñas, que por lo demás son intensivas en empleos.
Vamos a continuar con la coordinación fiscal-monetaria. La salida de la crisis
requiere un nivel de coordinación muy elevado entre la autoridad fiscal y la
autoridad monetaria. Vamos a respetar plenamente la independencia del Banco
Central, pero al mismo tiempo vamos a mantener los niveles de coordinación que
se han observado en el período reciente, y que lamentablemente no se observó en
la crisis asiática –lo digo con todas sus letras, pues tenemos que aprender de las
experiencias pasadas. No podemos correr el riesgo de que nuevamente los
esfuerzos de un actor sean neutralizados por el otro. Por lo mismo, la coordinación
fiscal-monetaria será un pivote del manejo fiscal del próximo gobierno. Esto es lo
que garantiza una recuperación no inflacionaria e intensiva en la creación de
empleo.
Tendremos una política que promueva la competitividad exportadora. La
política cambiaria es y seguirá siendo una atribución del Banco Central. Dicho
esto, hay que reconocer que la recuperación de la economía chilena estará
directamente asociada a la competitividad del sector exportador. Este va a
enfrentar en los próximos años mercados globales menos entusiastas, y sobre
todo, diferentes en su estructura. Es improbable que tengamos un tipo de cambio
más alto que el que hemos tenido en promedio en los últimos 25 años, cuando se
desplegó nuestro auge exportador. El precio del cobre no se ha deprimido a
niveles pre-crisis, el prestigio internacional de nuestra economía atrae capitales
que en otras crisis se hubieran ido a buscar otros mercados, y nuestra política
fiscal inevitablemente hará uso de los fondos soberanos. Pero no podemos
quedarnos de brazos cruzados esperando a lo que haga el mercado. Seremos
vigilantes de lo que pase con el tipo de cambio. Y pondremos en marcha nuevos
instrumentos para mejorar la competitividad, como herramientas de fomento
exportador focalizados en los nuevos sectores exportadores en desarrollo, con
nuevos productos dirigidos a nuevos mercados, para nuevos segmentos de
consumidores que viven en otras geografías. Así como en un pasado reciente
penetramos en ,los mercados de Estados Unidos, de Europa y del Asia, ahora
deberemos penetrar con mas fuerza los mercados de Latinoamérica, India y
África, entre otros Apoyaremos la reconversión y el mejoramiento productivo. Como resultado
de la crisis internacional habrán cambios importantes en la estructura de
oportunidades económicas globales. El crecimiento mundial será menor al período
pre crisis; lo que es natural, pues fueron precisamente los excesos de algunas
economías los que generaron esta crisis. En este contexto muchos de nuestros
exportadores se verán obligados a invertir más en la búsqueda de mercados, en
bajar costos para mantener su competitividad, en cambiar sus líneas de
productos, o en aumentar drásticamente sus volúmenes para aprovechar las
oportunidades que se pueden abrir con la recuperación de la economía mundial.
Nos proponemos apoyar estos procesos de mejoramiento productivo mediante
instrumentos de fomento productivo en función de la innovación al interior la
empresa, la exploración y penetración de mercados, el fomento de la asociatividad
en las cadenas productivas y desarrollo de clusters, así como el fortalecimiento de
alianzas comerciales y joint ventures con procesos de integración aguas arriba y
aguas abajo con empresas de otros países.
Seguiremos impulsando la recuperación del empleo. Tenemos la experiencia
de la crisis asiática, después de la cual nos tomó mucho tiempo retomar el nivel de
empleo que teníamos previamente. Esto demuestra que hay problemas en nuestro
mercado laboral que debemos corregir. Respaldo 100% el Plan de Empleo surgido
del acuerdo entre la CPC, la CUT, la Conapyme y el gobierno, aunque me
preocupa que sus medidas no se ejecuten con la celeridad necesaria. El Plan
acordado requiere de la creación de un Comité de Seguimiento de esas iniciativas.
Pero me temo que esto no es suficiente. La crisis hace impostergable un gran
acuerdo nacional pro-empleo de largo plazo, entre todos los actores sociales y
políticos, que nos permita no sólo recuperar rápidamente el nivel de empleo, sino
también incorporar al mercado de trabajo a más mujeres y más jóvenes. Esto
supone algunas medidas de fondo, a las que me referiré más adelante.
Vamos a aprovecharnos de la crisis internacional para mejorar nuestra
posición relativa. En lo financiero, la crisis internacional le sirvió a Chile para
diferenciarse: si en épocas de bonanzas muchos países parecían iguales, con
esta crisis se vio quienes habían construido sobre roca y quienes sobre arena. En
la recuperación, Chile y sus empresas debemos ganar posiciones en materia de
competitividad internacional. Desde este punto de vista, las crisis son una
oportunidad. Por ejemplo, debemos pasar a exportar servicios financieros,
trayendo a Chile la gestión de los fondos de Latinoamérica. En los sectores
productivos, tenemos que aprovechar que muchos de nuestros competidores no
sólo sufrieron el shock de demanda sino también financiero –lo que en Chile no
ocurrió. Insisto: tenemos que sacar ventaja del nuevo panorama internacional
conquistando nuevos mercados e introduciendo nuevos productos con mayor valor
agregado. En suma, tenemos que salir de esta convulsión con más empresas
chilenas de clase mundial. Esto es lo que se están planteando países como China
o Brasil. Nosotros no debemos contentarnos con menos. Este es un desafío de las
empresas, pero el Estado debe apoyarlas y no obstaculizarlas en su empeño.
Todos sabemos que la mayor empresa de Chile es Codelco. Por ello debemos
aprobar lo antes posible en el Congreso su nueva Ley de Gobierno Corporativo, y
hacer los cambios necesarios para transformarla en una empresa de clase
mundial. Pero Chile tiene otras grandes empresas en retail, celulosa, minería,
alimentos y otros sectores, que deben y pueden salir a jugar el partido de la
globalización transformándose en multi-latinas fuertes y dinámicas. Si las
empresas se lanzan a este desafío, han de saber que en mi gobierno no estarán
solas. Es de interés de Chile y de las chilenas y chilenos que nuestras empresas
se internacionalicen con éxito.
2. CHILE HA ENTRADO EN UNA NUEVA FASE DE DESARROLLO
Para usar la jerga futbolística, lo que propongo es “salir jugando” de la crisis
internacional, y jugando a ganar y no a empatar. Para esto vamos a utilizar sin
complejos ni dogmatismos todos los instrumentos de política pública.
No faltarán quienes nos acusen de estar reeditando las “políticas industriales” de
antaño. Esta acusación me tiene sin cuidado. Si mediante políticas neutras y no
sectoriales hay que actuar para salvar industrias, crear empleos, abrir
oportunidades al sector privado, o fomentar la innovación en las empresas, así lo
haremos.
Ningún país progresa sin una visión, sin un plan de desarrollo de largo plazo, y
esto sólo lo puede promover el Estado. Basta mirar el caso de Nueva Zelandia,
donde se ha construido una mirada común de empresarios, sindicatos y gobierno,
para enfrentar los desafíos del crecimiento; o más cerca, el caso de Brasil y su
estrategia de energía o su agro-industria. Nosotros vamos a convocar a la unidad
nacional para el crecimiento, incluyendo a empresarios, trabajadores, partidos
políticos, parlamentarios, sociedad civil y académicos, entre otros actores.
Es un hecho que en los años previos a la crisis internacional el empuje económico
de Chile venía decayendo, a pesar de las elevadas tasas de inversión y el
crecimiento de la fuerza laboral. ¿Cuál es el problema que nos aqueja? Responder
a esta interrogante con serenidad, sin frases para la galería, es crucial para
encontrar los remedios adecuados.
No obstante lo anterior, Chile tiene hoy la mejor oportunidad de su historia para
alcanzar el desarrollo. La razón es muy simple: hoy dispone de un “bono
demográfico”, esto es, una elevada proporción de población económicamente
activa en relación a los niños y los ancianos. Esta situación, que va a perdurar por
un par de décadas mas, permite reducir la pobreza, que las familias dispongan de
más bienes por integrante, que las personas puedan ahorrar, que se invierta más
en capital humano, y que se amplíe la clase media y se expandan sus valores de
autonomía, trabajo duro, empresarialidad y demanda por servicios de más calidad.
Ésta es la fase en que estamos en Chile, que termina cuando la población de
adultos mayores se hace más numerosa, y hay que hacerse cargo de ella. Es
nuestra responsabilidad aprovechar este “bono demográfico” para alcanzar el
desarrollo en esta generación.
Chile ya dejó de ser un país sub-desarrollado, para ubicarse en la categoría de los
países de ingreso medio. ¿Acaso esto nos asegura que, en una próxima fases y
haciendo lo mismo que hemos hecho hasta ahora, llegaremos a ser un país
desarrollado? La respuesta es no.
Lamentablemente, son muchos los países que, llegando a esta condición, se
quedan estancados y no pueden seguir avanzando. ¿Qué han hecho los que han
mantenido su ritmo de crecimiento y evitado la trampa de la complacencia?
Básicamente cuatro cosas:
1. han mitigado los mayores costos de mano de obra mediante la innovación en
productos y procesos en las empresas, con un sector público que apoya eficaz
y decididamente esta transición;
2. han hecho profundas reformas educacionales, desde el nivel pre-escolar hasta
la terciaria;
3. han acelerado y descentralizado el proceso de toma de decisiones a nivel
político y en el diseño de políticas y el manejo de los recursos; y
4. han ejercido un liderazgo pragmático y no doctrinario, orientado a resultados,
que busca la efectividad por sobre todo, y que sabe unir los esfuerzos de los
sectores público y privado.
Para no quedarnos estancados en una meseta, sin alcanzar el pleno desarrollo,
debemos actuar con la mentalidad de un maratonista –como alguna vez lo señaló
el ministro Andrés Velasco. La mentalidad del que busca la meta en forma
perseverante, sin desmayo, pensando siempre en el largo plazo. Del que no
desiste ni renuncia a mejorar su marca.
Chile ha venido demostrado en el último período esa actitud, y tiene que insistir
en ella. Hemos superado el viejo vicio que nos condenaba al subdesarrollo: pasar
abruptamente de períodos de gran crecimiento a crisis pronunciadas. Hemos sido
capaces de expandir los mercados para nuestras exportaciones y de atraer
capitales internacionales. Hemos sabido construir instituciones que crean un
ambiente de certidumbre y estabilidad. Hemos construido una sociedad mas
cohesiva, mediante la creación de una amplia red de protección social. Algunos
ven esto como un “gasto”; yo le velo como una inversión; es más, lo veo como la
mejor inversión que hemos hecho en los últimos años: ¡mejorar la calidad de vida
de nuestra gente!.
Sin embargo, es un hecho que ha decaído el crecimiento de la productividad . Por
lo mismo, si queremos evitar los rendimientos decrecientes y retomar velocidad en
materia de crecimiento, tenemos la obligación de hacer cosas nuevas. ¡Todos!:
Estado y empresas, entidades de educación superior y trabajadores.
3. SIETE TAREAS ESTRATÉGICAS
Déjenme referirme, someramente, a cuales son las siete tareas estratégicas que
tenemos que abordar en los próximos años para alcanzar la meta del desarrollo.
1a Tarea Estratégica: más y mejor empleo para todos.
Si mi gobierno anterior es recordado como el gobierno de la infraestructura, yo
quisiera que mi nuevo gobierno sea recordado como el gobierno del empleo.
Me propongo seguir haciendo todo lo necesario, sin dogmas ni prejuicios, para
incrementar la tasa de participación laboral y el nivel de calificación de la fuerza de
trabajo, en especial de las mujeres y los jóvenes. No hay mejor inversión que
aquella que hace a más chilenas y chilenos en personas empleables, capaces de
valerse por sí mismas, con la percepción de tener oportunidades y de ser parte
activa del sistema económico y de la sociedad. Nuestra estrategia de crecimiento
tiene como eje la creación de más empleos y de mejor calidad.
Al mismo tiempo tenemos que modernizar nuestra legislación laboral. La actual
tiene casi 30 años, y hay que ver cómo el mundo ha cambiado desde entonces.
Pese a las reformas a los que ha sido sometido, el marco laboral actual fue
instaurado en condiciones que, reconozcámoslo, le restan legitimidad, sobre todo
frente a los trabajadores y sindicatos. No sigamos entonces parchando un marco
laboral que ya no da el ancho. La verdad es que nuestra actual institucionalidad
laboral se parece cada vez más a un cajón de sastre, lo que genera más
incertidumbres que certezas. Quizás haya llegado la hora de ponernos de acuerdo
en un nuevo Código del Trabajo, en vez de seguir llenando el que tenemos con
excepciones.
Necesitamos una legislación que promueva más diálogo al interior de la empresa.
Esto conlleva el legitimo derecho de tener un sindicalismo mas organizado, mas
preparado y más dispuesto a enfrentar los desafíos de la economía moderna.
Nadie puede sentir temor de contar en Chile con un sindicalismo fuerte, menos los
empresarios, que han sabido encarar desafíos enormes y sobresalir en entornos
altamente exigentes en todo el mundo.
Sabemos por experiencia lo difícil que es alcanzar un cambio en la legislación
laboral. Éste solo será posible a través de un acuerdo social y político que
envuelva compromisos y concesiones de todas las partes, sobre las base de una
transacción de derechos y deberes. Pero estamos decididos a impulsar este
proceso, recogiendo lo avanzado por el Consejo de Trabajo y Equidad. Creo en el
diálogo. Y me voy a jugar por él.
Y me voy a jugar, también, por defender contra viento y marea el gasto social.
¿Por qué lo digo aquí, cuando estamos hablando de crecimiento y de empleo, me
preguntarán ustedes? Porque estoy convencido que el gasto social es LA
inversión más rentable que tiene Chile. A través del gasto social estamos
formando personas mas preparadas para mejorar la calidad del empleo y la
productividad, estamos ampliando nuestro mercado doméstico, estamos creando
las bases de una sociedad más estable, estamos combatiendo la inseguridad. Por
esto lo digo aquí, y por esto apelo a un consenso nacional sobre la necesidad de ir
incrementando nuestro mal llamado “gasto social”.
2a Tarea Estratégica: dar un salto en la calidad de la educación.
Dije antes que la prioridad de mi gobierno estará en el empleo. Pero no crearemos
más y mejores empleos si no atacamos a fondo los déficit que arrastramos en la
calidad de nuestra educación.
Mi gobierno va a renovar el compromiso del Estado con la educación pública, para
qué sea un eficaz canal de movilidad e integración social.
Vamos a incrementar sustancialmente la subvención por alumno a todos los
niveles, contra contratos de desempeño.
Usaremos todas las herramientas necesarias para garantizar una gestión
educativa de calidad, tanto en el ámbito municipal como particular-subvencionado.
Esto implica, entre otras cosas, revisar el actual modelo de municipalización,
intervenir las escuelas con peores resultados y mejorar la fiscalización de todo el
sistema.
Respetando los derechos adquiridos del magisterio, vamos a crear una Nueva
Carrera Profesional Docente, con mejores remuneraciones y más reconocimiento
social, pero sujeta a una evaluación obligatoria y a logros en el desempeño
profesional.
En el campo de la educación superior, vamos a garantizar a los estudiantes el
financiamiento adecuado, independiente del tipo de institución y de formación que
escojan. Al mismo tiempo, vamos elevar el aporte a las universidades estatales y a
las no estatales que hagan investigaciones, fomento cultural y extensión.
3a Tarea Estratégica: energía accesible, segura y limpia.
Durante los próximos años el país necesita aumentar en casi un 150% su
generación eléctrica en el Sistema Interconectado Central y 75% en el Sistema del
Norte Grande. Si no abordamos este desafío, toda nuestra estrategia de desarrollo
se caerá como un castillo de naipes. Sobre este tema me voy a extender un poco
más.
Los principios en base a los cuales vamos a actuar son los siguientes:
1. Asegurar un abastecimiento de calidad y del menor costo posible para hogares
y empresas. La factura energética ya es suficientemente elevada y no puede
seguir incrementándose.
2. Elevar nuestro nivel de seguridad energética. ¡Nunca más lo que nos pasó con
el gas natural! Pero aclaro: la cooperación internacional en un marco
diversificado es perfectamente compatible con la seguridad energética.
3. Precios y condiciones de operación atractivos para los inversionistas, con
rentabilidades que impliquen precios que se aproximen a niveles competitivos.
4. Una Ley de Eficiencia Energética que premie a los individuos y empresas que
hacen esfuerzos en este sentido, y que nos benefician finalmente a todos.
5. Un agresivo plan para transformar a Chile en un polo de desarrollo e
innovación de energías renovables no convencionales, donde Chile tiene
ostensibles ventajas comparativas. Nuestro norte tiene de los niveles más
elevados de radiación solar del mundo y eso es una ventaja estratégica que no
podemos desaprovechar. Durante mi gobierno desarrollaremos la Plataforma
Solar del Atacama, que además permitirá la desalinización de aguas y la
expansión de nuestra frontera agrícola.
6. Desarrollo de la hidroelectricidad, que es una fuente propia, almacenable,
renovable, y sin efectos sobre el cambio climático. Es una ventaja competitiva y
comparativa a la cual Chile no puede ni debe renunciar. Bajo mi gobierno la
hidroelectricidad se expandió como pocas veces en nuestra historia, y estoy
orgulloso de ello. La tecnología ha progresado en forma espectacular, y
podemos y debemos desarrollar proyectos hidroeléctricos con responsabilidad
social, con responsabilidad ambiental y con responsabilidad hacia las nuevas
generaciones. Las termoeléctricas estuvieron bien para la emergencia que
vivimos, pero no podemos seguir desplazándonos hacia una matriz carbonodependiente.
Hay numerosos proyectos en proceso de evaluación, que deben
avanzar siguiendo estrictamente la normativa existente. Si la legislación
ambiental no otorga la confianza necesaria, tendremos que reforzarla; ¡pero no
podemos repetir un nuevo Campiche!
7. En cuanto a la energía nuclear, ésta es una cuestión estratégica que Chile no
puede dejar de evaluar si no quiere ver afectada su seguridad nacional.
Necesitamos la legislación, el sistema regulatorio, las instituciones y el
conocimiento técnico adecuados. Pero tiene que haber voluntad política para
avanzar. El gobierno de la Presidenta Bachelet ha realizado valiosos estudios
en la materia. Durante mi gobierno tendremos que crear una Agencia de
Energía Nuclear con estándares de gestión, calidad y planeamiento de clase
mundial.
8. Para desarrollar nuestros ambiciosos planes en materia de energía,
necesitamos del impulso del Estado. Tenemos un ejemplo muy concreto: si no
hubiese sido por el empuje del Presidente Lagos y de la Presidenta Bachelet a
través de ENAP y Codelco, ¿creen ustedes que tendríamos GNL?
Definitivamente no. Por lo mismo, aparte de los roles de regulación y
fiscalización, yo no descarto una participación más directa del Estado, sea
mediante garantías u otras modalidades, en el impulso de proyectos
energéticos innovadores. Necesitamos más energía, más segura y más barata;
y si el Estado debe actuar para ello, lo hará.
4a Tarea Estratégica: ser protagonistas de la nueva “economía verde”.
Los que creen que el cambio climático es un fenómeno hipotético, se equivocan:
todos los gobiernos del mundo están actuando decididamente para hacerle frente.
Los que imaginan que este fenómeno no afectará a Chile, se equivocan: el cambio
climático tendrá gigantescos efectos sobre nuestra vida, y hay que tener una
estrategia para adaptarse. Los que suponen que éste es un asunto del mundo
desarrollado, también están equivocados: un país como el nuestro, incrustado
como pocos en la globalización, se verá necesariamente afectado por las políticas
que el mundo adopte frente al cambio climático. Los que insisten con que este es
un tema de la izquierda, están muy equivocados: basta ver al Partido Conservador
británico, cuyo nuevo slogan es “vote azul y vuélvase verde.”
En fin, los que suponen que los efectos sobre Chile sólo se verán en el largo plazo
se equivocan rotundamente. Cualquier día de estos nuestras exportaciones se
pueden ver afectadas por penalizaciones impuestas por los países desarrollados
por la emisión de gases con efecto invernadero.
De otra parte, somos testigos de cómo los países desarrollados están destinando
billones de dólares para avanzar hacia una “economía verde”. El giro de los
Estados Unidos bajo el Presidente Barack Obama ha convertido esta tendencia en
un fenómeno global. Estamos ante una nueva revolución industrial. La “economía
verde” será un gran foco de la innovación y de creación de empleos en el futuro.
Chile se ha quedado abajo de muchas otras revoluciones industriales; ¡no nos
quedemos abajo de esta!
Debemos actuar ahora, y mirar esto una oportunidad. No podemos quedarnos
afuera ni llegar atrasados a este cambio de paradigma, que afectará la forma
como comerciamos, producimos, como consumimos, como nos transportamos,
como habitamos en las ciudades, etc.
Lo que propongo es poner a Chile entre los 10 países emergentes que están a la
vanguardia en el combate al cambio climático y en la construcción de una
“economía verde”, colocándonos metas exigentes en materia de emisión y
efectuando inversiones cuantiosas en la materia.
Al mismo tiempo, tenemos que evitar que los países desarrollados descarguen
sobre los países emergentes como el nuestro los costos de la reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero. No podemos aceptar que nos
castiguen por una fiesta a la que no fuimos invitados. Ni podemos permitir,
tampoco, que se desconozca el aporte que hace Chile al planeta con sus grandes
plantaciones forestales y su matriz energética no contaminante.
Tenemos que sentarnos todos juntos a pensar en cómo defender los intereses del
país y en como ajustar nuestra economía a ese mundo que viene. Todos: Estado,
empresarios, científicos, trabajadores, ONGs y sociedad civil.
5ª Tarea Estratégica: fomento de la competencia y apoyo al emprendimiento.
Vamos a transformar el Ministerio de Economía y Reconstrucción en un Ministerio
de Desarrollo Económico, para alinearlo con el esfuerzo que los privados deben
realizar para competir con éxito en el mundo post crisis.
Quiero que sepan que en materia de intervención del Estado para facilitar el
emprendimiento, voy a pedir perdón todas las veces que sea necesario, pero no
voy a pedir permiso. Voy a usar todas las herramientas que permite la ley (y si hay
que cambiar la legislación, lo propondré al Parlamento para su decisión), para
fomentar el crecimiento y crear empleos productivos.
La crisis internacional ha hecho que recursos financiero y humanos de todo el
mundo estén buscando oportunidades. Gracias a que hemos hecho las cosas
bien, Chile se presenta como una plaza atractiva. Proponemos crear instrumentos
para atraer esos recursos a sectores estratégicos. Para este fin vamos a proponer
una Ley de Atracción de Inversión Estratégica y reformularemos el Comité de
Inversiones Extranjeras.
Vamos a respaldar sin vacilaciones a las grandes empresas chilenas para que se
conviertan en jugadores líderes a escala regional y global. Y vamos consolidar a
CODELCO como una empresa de clase mundial. Hay que aprobar la ley que está
en el congreso para darle gobierno corporativo adecuado, sacarle la mochila que
reprsenta la Ley Reservada del Cobre (que como se ha visto en estos días, se ha
prestado para casos de corrupción escandalosos), y darle acceso, a través de
fórmulas imaginativas, a los 10 billones de dolares que necesita en los proximos
años para desarrollar sus proyectos.
Vamos a dar apoyo a las empersas de menor tamaño para que puedan
profesionalizarse y acceder al mercado de capitales. Queremos reducir el costo
del fracaso, y apoyar con instrumentos específicos la re-conversión y el reemprendimiento
cuando ello sea necesario. Vamos a crear una agencia pública
independiente, cuyo rol será defender a los emprendedores de menor tamaño ante
abusos de empresas privadas o de agencias del Estado.
Vamos a instaurar un diálogo estratégico permanente ente Empresarios,
Trabajadores y Estado, para concordar directrices orientadoras que nos ayuden
elevar el ritmos de crecimiento del país, así como la capacidad de generar
empleos. Tenemos que estar conversando sobre como adaptarnos a las
realidades cambiantes. Por lo mismo, el Diálogo Social permanente no es un
capricho ideológico; es una necesidad estratégica para el desarrollo económico de
un país pequeño como el nuestro. Así lo demuestra toda la experiencia
comparada.
6ª Tarea Estratégica: infraestructura para la competitividad y la calidad de
vida.
Es cierto que en esta materia hemos avanzado una enormidad en los últimos
años, y estoy orgulloso de lo que pudimos hacer durante mi gobierno anterior.
Pero en este plano, no avanzar implica retroceder. Mi propósito es dar nuevos
pasos al menos en las siguientes cuatro áreas.
1. Necesitamos mejorar permanentemente nuestra conectividad con la región y
con el mundo, porque de esto depende nuestro desarrollo. Con este fin
pondremos énfasis en el mejoramiento y multiplicación de los pasos
fronterizos, en aumentar la dotación de aeropuertos, y en mejorar nuestra
infraestructura portuaria. Un proyecto que vamos a estudiar concienzudamente
es el túnel de baja altura en el paso Los Libertadores.
2. El agua tiene un carácter estratégico, pero en Chile la botamos por carecer de
la institucionalidad adecuada. En nuestro país el agua es un bien nacional de
uso público. Pero el actual Código de Aguas no entrega los instrumentos para
hacer cumpir esta condición, al punto que en algunas regiones, como Atacama,
se está llegando a una situación cercana al colapso por la cesión indiscrimada
de derechos de agua. Nos proponemos actualizar el Código de Aguas para
mejorar la gestión de este recurso, asumiendo que éste debe adaptarse a la
realidad de cada región.
3. También en relación al agua, nos proponemos aumentar el volúmen de agua
embalsada, y extender el abastecimiento de agua potable a zonas rurales y su
saneamiento. Así mismo, estableceremos un sistema de compensaciones
hídricas, que significa que todo proyecto que ingrese al sistema de evaluación
de impacto ambiental que demande agua, debe compensarlo o mitigarlo.
4. Vamos a seguir desarrollando la infraestructura necesaria para mejorar la
calidad de vida de los chilenos. Algunos puntos críticos son los by pass en las
ciudades, para que éstas no se vean inundadas de camiones; la armonización
de las autopistas urbanas con las áreas verdes; la mejoría de los espacios
públicos; y continuar la construcción de colectores de aguas lluvia.
Adicionalmente vamos a mejorar las condiciones de operación de la pesca
artesanal, crearemos nuevos espacios públicos costeros, y seguiremos con la
renovación de las ciudades-puerto.
5. Y vamos a continuar, desde luego, construyendo la infraestructura necesaria
para la plena integración del territorio nacional, mediante la construcción de
nuevas rutas como la Costera y la Altiplánica, la Inter-Lagos, la Austral, y la
Yendegaia en Tierra del Fuego, entre otras. Así mismo, reforzaremos la
conectividad de la zona austral, desde Los Ríos hasta Magallanes.
Para lograr todo lo anterior vamos a expandir el sistema de concesiones, el cual
se inauguró durante mi gobierno. Seguimos pensando que la alianza públicoprivada
es básica para desarrollar las nuevas rutas, conservar las redes viales,
construir nuevos puentes, mejorar los aeropuertos, así como edificar hospitales y
otra infraestructura pública.
7ª Tarea Estratégica: modernizar el Estado.
Si no avanzamos en la modernización del Estado, francamente se los digo, no
podremos llevar a cabo las tareas estratégicas que he mencionado anteriormente.
Ni podremos, tampoco, aprovechar las oportunidades que abre a Chile la nueva
economía global post crisis. Necesitamos, pues, hacer un gran esfuerzo de
modernización del Estado, llevando la cooperación publico-privada a niveles
inéditos en nuestra historia.
Noto con preocupación que estamos comenzando a padecer una cierta fatiga
institucional. Si no la enfrentamos, esto va a repercutir en nuestro crecimiento, y
también en la gobernabilidad del país. Hay muchos síntomas de esta fatiga,
algunos más visibles que otros.
El primero es el problema de seguridad ciudadana. Se necesitan más recursos y
mejores políticas, no hay duda; pero se requieren también mejores instituciones,
más profesionalización, y mejor gestión y coordinación.
El segundo es el tema de los pueblos originarios. Rechazo totalmente los actos de
violencia que se han perpetrado últimamente, y estoy por aplicar todos los
recursos que la ley dispone, porque en Chile somos todos iguales ante la ley. Pero
esto no debe llevarnos a pensar que la solución de este asunto es meramente
policial y judicial. Hay aquí envueltos temas de justicia, de dignidad, de
integración. Tenemos que aprender de lo que han hecho otros países parecidos a
nosotros, como Nueva Zelandia. Chile no tendrá un desarrollo sostenible si no
enfrenta este tema: así de claro. Tenemos que crear una institucionalidad y una
cultura que incorpore y reconozca a nuestros pueblos originarios, que son la raíz
del pueblo chileno. Es una deuda que tenemos no solo con ellos, sino con
nosotros mismos.
El tercer fenómeno que me inquieta es el retraso que tienen los proyectos de
inversión por efecto de trabas burocráticas y de señales contradictorias de parte
de diferentes autoridades. A los amantes del trámite, a los “apitutados”, a los
“operadores políticos”, a los “facilitadores”, quiero decirles que no tendrán espacio
en mi gobierno. No puede ser que las instituciones del Estado (incluyendo a los
municipios) compitan entre sí por quién le pone más trabas a las empresas que
quieren desarrollar un proyecto. Las empresas deben respetar las leyes y
regulaciones, no hay duda; pero hay que terminar con este deporte de quién le
pone más trabas a la inversión.
El cuarto tema que me preocupa son los signos de corrupción, tanto a nivel del
sector público (en todos sus niveles) como del privado. La Alta Dirección Pública,
bajo el Presidente Lagos, y la Ley de Transparencia, bajo la Presidenta Bachelet,
fueron dos reformas revolucionarias. Nos proponemos dar nuevos pasos de este
mismo tenor.
En quinto lugar, quiero decir que el grado de centralismo que tienen nuestras
instituciones ya no da para más. Un informe reciente de la OECD señala que el
centralismo es uno de los factores que explica la caída de nuestra productividad.
La noción de que todo fluye desde arriba hacia abajo, desde Santiago a las
regiones, y de que hay una solución que es válida para todo Chile, está agotada.
Chile es cada vez más diverso y más complejo. Llegó la hora de pensarlo y de
gestionarlo desde las regiones, con estrategias y políticas específicas a cada
contexto. Que hay riesgos en esto, lo sé; pero a la larga, la descentralización será
buena para nuestra democracia, nuestra economía y nuestra calidad de vida.
Por último está la crisis de legitimidad que están padeciendo las instituciones
democráticas, desde el parlamento a los partidos. Algunos parecen gozar con
esto, sin darse cuenta que estas instituciones con vitales para la gobernabilidad y,
por ende, para el desarrollo del país. Devolverles legitimidad a estas instancias,
aumentando la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia interna, es
una tarea urgente.
Podría poner muchos otros síntomas de nuestra fatiga institucional y de los
campos donde es indispensable la modernización del Estado. Pero lo que me
interesa subrayar es que son este tipo de problemas, y no una cuestión ideológica,
lo que me ha llevado a plantear que pongamos en discusión una nueva
Constitución. Es necesario, y estamos de sobra maduros para tener esta
discusión.
4. “REVISAR NUESTRO CAMINO”
Ustedes me conocen: yo soy esencialmente un hombre práctico. A mí no me
interesa entrar en un debate acerca de quién tenía razón y quién estaba
equivocado respecto a la crisis internacional. No me interesa dilucidar qué
aspectos de las teorías económicas fallaron, ni si el futuro del capitalismo seguirá
por la senda estadounidense o irá por la senda europea o la china. Dejémosle esto
a los intelectuales. Yo no tengo ideologías ni dogmas que defender.
A veces me critican por ello, pero soy esencialmente pragmático. No pragmático
en el sentido del que renuncia a sus sueños; soy pragmático en el sentido de una
vocación permanente por hacer los sueños realidad. Sólo creo en los modelos que
funcionan; en aquellos que demuestran servir para conseguir los valores en los
que creemos: justicia social, libertad, felicidad.
Yo no soy de los que tienen un discurso para cada audiencia. Voy a ir con este
mismo equipo a plantear nuestra estrategia de crecimiento ante dirigentes
sindicales, líderes de la sociedad civil y medianos y pequeños empresarios. El
país tiene que encarar tareas estratégicas de gran envergadura. Y para abordarlas
requiere diálogo, requiere cooperación público-privada, requiere acuerdos
transversales, requiere unidad nacional.
No vamos a tener mas crecimiento sin mas innovación. No vamos a tener más
innovación sin mayor competencia. No vamos a tener más productividad sin mejor
capital humano, sin mejor infraestructura y sin energía a precios razonables. No
vamos a tener más desarrollo sin más emprendimiento. No vamos a tener más
emprendimiento sin mmayor protección social, sin mayor apoyo a las buenas
ideas. Y no vamos a tener mejor calidad de vida sin cuidar nuestro medio
ambiente. Para conseguir todo esto, requerimos más Estado. Lo dije en otra
ocasión y lo repito: más Estado. Y desde luego, un mejor Estado.
En los últimos 30 años, en parte por los excesos del pasado, pero en parte
también por corrientes ideológicas que llegaron a demonizarlo, en Chile hemos
tenido que dar explicaciones cada vez que hemos querido que el Estado
intervenga en la economía.
Esto se acabó.
El Papa Benedicto XVI, en su encíclica reciente, nos recordó que el mercado tiene
muchos méritos, pero no produce la “cohesión social”, lo cual “es responsabilidad
sobre todo de la comunidad política”. Y con relación al Estado señaló: “su papel
parece destinado a crecer, recuperando muchas competencias” para “corregir
errores y disfunciones”.
La crisis económica mundial, nos indicó también el Papa, “nos obliga a revisar
nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de
compromiso”. Yo los invito a acoger su llamado. A abrir las mentes y quebrar los
prejuicios, y buscar acuerdos sobre los cambios de fondo que se requieren para
que Chile alcance un desarrollo sostenible en esta generación.
Muchas gracias por vuestra atención a estas ideas que quisiera sean objeto de un
gran debate nacional.
SOSTENIBILIDAD
Exposición del Candidato Presidencial Eduardo Frei R-T
Centro de Estudios Públicos, Santiago, 6 de agosto, 2009
1. INTRODUCCIÓN
“Considerar la crisis como un paréntesis que se va a cerrar pronto, hacer como si
todo debería recomenzar como antes, como si pudiéramos volver a pensar como
antes, a comportarse como antes, con los mismos criterios, los mismos métodos,
sería un error fatal. Nada volverá a ser como antes. Una crisis de tanta amplitud
siempre remite a causas profundas. Uno no puede asistir a una catástrofe como
esta sin hacer un juicio a las ideas, a los valores, a las decisiones que han
conducido a semejante resultado. Esto nos obliga a poner todo en el tapete, a
quebrar con los dogmas y las certezas; la crisis nos hace más libres para imaginar
otro futuro.”
El párrafo que vengo de leer no proviene de un “liberal” estadounidense, ni de un
socialista francés, español o escandinavo, ni de un laborista británico, ni menos de
una representante del neo-populismo latinoamericano. No. Este párrafo fue
pronunciado por un líder que ha sido visitado y alabado por algunos de mis
contrincantes: el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy.
Yo estoy de acuerdo con Sarkozy. Por lo mismo, discrepo con los ven esta crisis
internacional como algo inevitable, natural, cíclico. Discrepo con los que ven sus
costos sociales como parte del juego del capitalismo. Discrepo de los que creen
que la economía mundial se recuperará bajo las mismas reglas con que ha
funcionado hasta ahora.
Si me presento a Presidente de la República no es para administrar
resignadamente un tipo de sociedad que espera que todo lo resuelva el mercado.
Yo no soy una marioneta del mercado, y rechazo a los políticos que se presentan
como tales. Yo quiero ser Presidente de la República porque quiero hacer
reformas para que los chilenos y sus familias vivan mejor, siguiendo en la línea de
lo que ha hecho la Presidenta Bachelet y la Concertación desde 1990 a la fecha.
Quiero hablar aquí sobre un tema que muchas veces está ausente en el discurso
político: el tema del crecimiento económico. Soy un convencido que Chile necesita
crecer a tasas aceleradas para llegar a ser un país desarrollado en esta
generación. Durante mi gobierno demostré mi compromiso con el crecimiento.
Pues bien, volveré hacerlo si soy elegido nuevamente Presidente de la República.
En materia económica el próximo gobierno enfrenta dos desafíos simultáneos. Por
un lado, lograr que el país, así como ha podido sortear de buena forma la crisis
económica internacional, pueda ahora recuperarse rápidamente. Por el otro,
aprovechar las oportunidades que esta crisis le abre a economías como la nuestra
para elevar el ritmo de crecimiento de mediano y largo plazo. Lo más urgente es lo
primero, pero lo más importante es lo segundo: es abordar las reformas que
necesitamos para reinsertarnos ventajosamente en la nueva economía global post
crisis.
En las últimas décadas la economía mundial creció impulsada por el dinamismo
del consumo doméstico de los Estados Unidos. Esto creó un desbalance brutal,
con los norteamericanos consumiendo sin ahorrar y el resto de los países,
especialmente China, produciendo para ellos o prestándoles plata para que
pudieran mantener su nivel de gasto.
Pues bien, esa época se acabó.
Lo que vemos hoy es que Estados Unidos comienza a ajustar sus patrones de
consumo, y los países emergentes comienzan a reorientar su producción hacia
sus mercados internos. Es el caso de China, pero también de India y de Brasil.
Las economías emergentes comienzan a pesar más en el consumo mundial. Esto
abre nuevos mercados, que demandan nuevos productos y nuevos modelos de
negocio. Porque no es lo mismo producir para vender en Nueva York o Londres
que hacerlo para las favelas de Rio de Janeiro, o las masas consumidoras de
Shanghai, Calcuta o Johanesburgo.
El mundo post-crisis encara además la amenaza del cambio climático y la crisis
energética. También la necesidad de revalorar las regulaciones, revisar los
conflictos de intereses y los sistemas de incentivos, y establecer algunas formas
de gobierno de la globalización.
¿Cómo Chile se adaptará a esta nueva época? ¿Con qué rapidez lo hará? ¿Cómo
puede aprovechar las oportunidades que se abren? Éstas son, creo yo, las
preguntas cruciales en el momento actual.
2. RESPONSABILIDAD NÚMERO UNO: CONSOLIDAR LA RECUPERACIÓN
Permítanme decirlo de partida: no hay una formula mágica para acelerar la
recuperación económica ni para recuperar las tasas de crecimiento de las ultimas
dos décadas. Lo que tenemos que hacer es usar los diferentes instrumentos de
políticas macroeconómica y de desarrollo, teniendo en cuenta que la medidas que
adoptemos deben aminorar la incertidumbre que ha sembrado la crisis
internacional, y al mismo tiempo, colocar los incentivos necesarios para
aprovechar las oportunidades de la post- crisis. El mayor desafío económico de un
próximo gobierno es precisamente éste: lograr que Chile juegue mejor en el nuevo
escenario económico internacional.
Vamos a ser pragmáticos en la política fiscal. Estamos cien por ciento de
acuerdo con las medidas adoptadas por el gobierno en esta materia. No comparto
las aprehensiones que han manifestado algunos economistas de otras
candidaturas –los mismos que no hace mucho proponían eliminar el superávit
estructural--, que hablan de un exceso de gasto. No comparto, tampoco, lo
señalado en orden a restringir el déficit el año próximo no importa lo que pase con
la actividad económica y el empleo. Vamos a continuar con la exitosa política fiscal
contracíclica y con el enfoque estructural. Definitivamente, no nos parece que el
contexto actual esté como para hacer definiciones dogmáticas respecto del gasto
público. Este tipo de posturas inflexibles e insensibles están siendo dejadas atrás
en todo el mundo, y sólo en Chile aún tienen unos pocos seguidores.
Vamos a asegurar la liquidez preferentemente a las empresas de todos los
tamaños. Uno de los factores que detuvieron el crecimiento de la economía
durante la primera mitad de este año fue la crisis de liquidez. Ésta fue superada
muy exitosamente. Ahora bien, tenemos que lograr que la recuperación sea
empujada por la inversión y no por el consumo, porque esto nos garantiza una
expansión con más potencial de largo plazo, con menos impacto inflacionario y
menor probabilidad de alzas de tasas. Lo que hemos visto es que las empresas
grandes han tenido acceso a todos los beneficios de ser un país
macroeconómicamente estable, lo que se traduce en acceso a inmejorables
condiciones de financiamiento. El desafío ahora es lograr que las pequeñas y
medianas empresas tengan un mejor acceso a los mercados financieros. Este es
un punto clave para una recuperación económica sana y potente. Por ello nuestra
estrategia contempla el uso de los instrumentos de fomento del Estado para
garantizar que el acceso a la liquidez de las empresas aquellas medianas y
pequeñas, que por lo demás son intensivas en empleos.
Vamos a continuar con la coordinación fiscal-monetaria. La salida de la crisis
requiere un nivel de coordinación muy elevado entre la autoridad fiscal y la
autoridad monetaria. Vamos a respetar plenamente la independencia del Banco
Central, pero al mismo tiempo vamos a mantener los niveles de coordinación que
se han observado en el período reciente, y que lamentablemente no se observó en
la crisis asiática –lo digo con todas sus letras, pues tenemos que aprender de las
experiencias pasadas. No podemos correr el riesgo de que nuevamente los
esfuerzos de un actor sean neutralizados por el otro. Por lo mismo, la coordinación
fiscal-monetaria será un pivote del manejo fiscal del próximo gobierno. Esto es lo
que garantiza una recuperación no inflacionaria e intensiva en la creación de
empleo.
Tendremos una política que promueva la competitividad exportadora. La
política cambiaria es y seguirá siendo una atribución del Banco Central. Dicho
esto, hay que reconocer que la recuperación de la economía chilena estará
directamente asociada a la competitividad del sector exportador. Este va a
enfrentar en los próximos años mercados globales menos entusiastas, y sobre
todo, diferentes en su estructura. Es improbable que tengamos un tipo de cambio
más alto que el que hemos tenido en promedio en los últimos 25 años, cuando se
desplegó nuestro auge exportador. El precio del cobre no se ha deprimido a
niveles pre-crisis, el prestigio internacional de nuestra economía atrae capitales
que en otras crisis se hubieran ido a buscar otros mercados, y nuestra política
fiscal inevitablemente hará uso de los fondos soberanos. Pero no podemos
quedarnos de brazos cruzados esperando a lo que haga el mercado. Seremos
vigilantes de lo que pase con el tipo de cambio. Y pondremos en marcha nuevos
instrumentos para mejorar la competitividad, como herramientas de fomento
exportador focalizados en los nuevos sectores exportadores en desarrollo, con
nuevos productos dirigidos a nuevos mercados, para nuevos segmentos de
consumidores que viven en otras geografías. Así como en un pasado reciente
penetramos en ,los mercados de Estados Unidos, de Europa y del Asia, ahora
deberemos penetrar con mas fuerza los mercados de Latinoamérica, India y
África, entre otros Apoyaremos la reconversión y el mejoramiento productivo. Como resultado
de la crisis internacional habrán cambios importantes en la estructura de
oportunidades económicas globales. El crecimiento mundial será menor al período
pre crisis; lo que es natural, pues fueron precisamente los excesos de algunas
economías los que generaron esta crisis. En este contexto muchos de nuestros
exportadores se verán obligados a invertir más en la búsqueda de mercados, en
bajar costos para mantener su competitividad, en cambiar sus líneas de
productos, o en aumentar drásticamente sus volúmenes para aprovechar las
oportunidades que se pueden abrir con la recuperación de la economía mundial.
Nos proponemos apoyar estos procesos de mejoramiento productivo mediante
instrumentos de fomento productivo en función de la innovación al interior la
empresa, la exploración y penetración de mercados, el fomento de la asociatividad
en las cadenas productivas y desarrollo de clusters, así como el fortalecimiento de
alianzas comerciales y joint ventures con procesos de integración aguas arriba y
aguas abajo con empresas de otros países.
Seguiremos impulsando la recuperación del empleo. Tenemos la experiencia
de la crisis asiática, después de la cual nos tomó mucho tiempo retomar el nivel de
empleo que teníamos previamente. Esto demuestra que hay problemas en nuestro
mercado laboral que debemos corregir. Respaldo 100% el Plan de Empleo surgido
del acuerdo entre la CPC, la CUT, la Conapyme y el gobierno, aunque me
preocupa que sus medidas no se ejecuten con la celeridad necesaria. El Plan
acordado requiere de la creación de un Comité de Seguimiento de esas iniciativas.
Pero me temo que esto no es suficiente. La crisis hace impostergable un gran
acuerdo nacional pro-empleo de largo plazo, entre todos los actores sociales y
políticos, que nos permita no sólo recuperar rápidamente el nivel de empleo, sino
también incorporar al mercado de trabajo a más mujeres y más jóvenes. Esto
supone algunas medidas de fondo, a las que me referiré más adelante.
Vamos a aprovecharnos de la crisis internacional para mejorar nuestra
posición relativa. En lo financiero, la crisis internacional le sirvió a Chile para
diferenciarse: si en épocas de bonanzas muchos países parecían iguales, con
esta crisis se vio quienes habían construido sobre roca y quienes sobre arena. En
la recuperación, Chile y sus empresas debemos ganar posiciones en materia de
competitividad internacional. Desde este punto de vista, las crisis son una
oportunidad. Por ejemplo, debemos pasar a exportar servicios financieros,
trayendo a Chile la gestión de los fondos de Latinoamérica. En los sectores
productivos, tenemos que aprovechar que muchos de nuestros competidores no
sólo sufrieron el shock de demanda sino también financiero –lo que en Chile no
ocurrió. Insisto: tenemos que sacar ventaja del nuevo panorama internacional
conquistando nuevos mercados e introduciendo nuevos productos con mayor valor
agregado. En suma, tenemos que salir de esta convulsión con más empresas
chilenas de clase mundial. Esto es lo que se están planteando países como China
o Brasil. Nosotros no debemos contentarnos con menos. Este es un desafío de las
empresas, pero el Estado debe apoyarlas y no obstaculizarlas en su empeño.
Todos sabemos que la mayor empresa de Chile es Codelco. Por ello debemos
aprobar lo antes posible en el Congreso su nueva Ley de Gobierno Corporativo, y
hacer los cambios necesarios para transformarla en una empresa de clase
mundial. Pero Chile tiene otras grandes empresas en retail, celulosa, minería,
alimentos y otros sectores, que deben y pueden salir a jugar el partido de la
globalización transformándose en multi-latinas fuertes y dinámicas. Si las
empresas se lanzan a este desafío, han de saber que en mi gobierno no estarán
solas. Es de interés de Chile y de las chilenas y chilenos que nuestras empresas
se internacionalicen con éxito.
2. CHILE HA ENTRADO EN UNA NUEVA FASE DE DESARROLLO
Para usar la jerga futbolística, lo que propongo es “salir jugando” de la crisis
internacional, y jugando a ganar y no a empatar. Para esto vamos a utilizar sin
complejos ni dogmatismos todos los instrumentos de política pública.
No faltarán quienes nos acusen de estar reeditando las “políticas industriales” de
antaño. Esta acusación me tiene sin cuidado. Si mediante políticas neutras y no
sectoriales hay que actuar para salvar industrias, crear empleos, abrir
oportunidades al sector privado, o fomentar la innovación en las empresas, así lo
haremos.
Ningún país progresa sin una visión, sin un plan de desarrollo de largo plazo, y
esto sólo lo puede promover el Estado. Basta mirar el caso de Nueva Zelandia,
donde se ha construido una mirada común de empresarios, sindicatos y gobierno,
para enfrentar los desafíos del crecimiento; o más cerca, el caso de Brasil y su
estrategia de energía o su agro-industria. Nosotros vamos a convocar a la unidad
nacional para el crecimiento, incluyendo a empresarios, trabajadores, partidos
políticos, parlamentarios, sociedad civil y académicos, entre otros actores.
Es un hecho que en los años previos a la crisis internacional el empuje económico
de Chile venía decayendo, a pesar de las elevadas tasas de inversión y el
crecimiento de la fuerza laboral. ¿Cuál es el problema que nos aqueja? Responder
a esta interrogante con serenidad, sin frases para la galería, es crucial para
encontrar los remedios adecuados.
No obstante lo anterior, Chile tiene hoy la mejor oportunidad de su historia para
alcanzar el desarrollo. La razón es muy simple: hoy dispone de un “bono
demográfico”, esto es, una elevada proporción de población económicamente
activa en relación a los niños y los ancianos. Esta situación, que va a perdurar por
un par de décadas mas, permite reducir la pobreza, que las familias dispongan de
más bienes por integrante, que las personas puedan ahorrar, que se invierta más
en capital humano, y que se amplíe la clase media y se expandan sus valores de
autonomía, trabajo duro, empresarialidad y demanda por servicios de más calidad.
Ésta es la fase en que estamos en Chile, que termina cuando la población de
adultos mayores se hace más numerosa, y hay que hacerse cargo de ella. Es
nuestra responsabilidad aprovechar este “bono demográfico” para alcanzar el
desarrollo en esta generación.
Chile ya dejó de ser un país sub-desarrollado, para ubicarse en la categoría de los
países de ingreso medio. ¿Acaso esto nos asegura que, en una próxima fases y
haciendo lo mismo que hemos hecho hasta ahora, llegaremos a ser un país
desarrollado? La respuesta es no.
Lamentablemente, son muchos los países que, llegando a esta condición, se
quedan estancados y no pueden seguir avanzando. ¿Qué han hecho los que han
mantenido su ritmo de crecimiento y evitado la trampa de la complacencia?
Básicamente cuatro cosas:
1. han mitigado los mayores costos de mano de obra mediante la innovación en
productos y procesos en las empresas, con un sector público que apoya eficaz
y decididamente esta transición;
2. han hecho profundas reformas educacionales, desde el nivel pre-escolar hasta
la terciaria;
3. han acelerado y descentralizado el proceso de toma de decisiones a nivel
político y en el diseño de políticas y el manejo de los recursos; y
4. han ejercido un liderazgo pragmático y no doctrinario, orientado a resultados,
que busca la efectividad por sobre todo, y que sabe unir los esfuerzos de los
sectores público y privado.
Para no quedarnos estancados en una meseta, sin alcanzar el pleno desarrollo,
debemos actuar con la mentalidad de un maratonista –como alguna vez lo señaló
el ministro Andrés Velasco. La mentalidad del que busca la meta en forma
perseverante, sin desmayo, pensando siempre en el largo plazo. Del que no
desiste ni renuncia a mejorar su marca.
Chile ha venido demostrado en el último período esa actitud, y tiene que insistir
en ella. Hemos superado el viejo vicio que nos condenaba al subdesarrollo: pasar
abruptamente de períodos de gran crecimiento a crisis pronunciadas. Hemos sido
capaces de expandir los mercados para nuestras exportaciones y de atraer
capitales internacionales. Hemos sabido construir instituciones que crean un
ambiente de certidumbre y estabilidad. Hemos construido una sociedad mas
cohesiva, mediante la creación de una amplia red de protección social. Algunos
ven esto como un “gasto”; yo le velo como una inversión; es más, lo veo como la
mejor inversión que hemos hecho en los últimos años: ¡mejorar la calidad de vida
de nuestra gente!.
Sin embargo, es un hecho que ha decaído el crecimiento de la productividad . Por
lo mismo, si queremos evitar los rendimientos decrecientes y retomar velocidad en
materia de crecimiento, tenemos la obligación de hacer cosas nuevas. ¡Todos!:
Estado y empresas, entidades de educación superior y trabajadores.
3. SIETE TAREAS ESTRATÉGICAS
Déjenme referirme, someramente, a cuales son las siete tareas estratégicas que
tenemos que abordar en los próximos años para alcanzar la meta del desarrollo.
1a Tarea Estratégica: más y mejor empleo para todos.
Si mi gobierno anterior es recordado como el gobierno de la infraestructura, yo
quisiera que mi nuevo gobierno sea recordado como el gobierno del empleo.
Me propongo seguir haciendo todo lo necesario, sin dogmas ni prejuicios, para
incrementar la tasa de participación laboral y el nivel de calificación de la fuerza de
trabajo, en especial de las mujeres y los jóvenes. No hay mejor inversión que
aquella que hace a más chilenas y chilenos en personas empleables, capaces de
valerse por sí mismas, con la percepción de tener oportunidades y de ser parte
activa del sistema económico y de la sociedad. Nuestra estrategia de crecimiento
tiene como eje la creación de más empleos y de mejor calidad.
Al mismo tiempo tenemos que modernizar nuestra legislación laboral. La actual
tiene casi 30 años, y hay que ver cómo el mundo ha cambiado desde entonces.
Pese a las reformas a los que ha sido sometido, el marco laboral actual fue
instaurado en condiciones que, reconozcámoslo, le restan legitimidad, sobre todo
frente a los trabajadores y sindicatos. No sigamos entonces parchando un marco
laboral que ya no da el ancho. La verdad es que nuestra actual institucionalidad
laboral se parece cada vez más a un cajón de sastre, lo que genera más
incertidumbres que certezas. Quizás haya llegado la hora de ponernos de acuerdo
en un nuevo Código del Trabajo, en vez de seguir llenando el que tenemos con
excepciones.
Necesitamos una legislación que promueva más diálogo al interior de la empresa.
Esto conlleva el legitimo derecho de tener un sindicalismo mas organizado, mas
preparado y más dispuesto a enfrentar los desafíos de la economía moderna.
Nadie puede sentir temor de contar en Chile con un sindicalismo fuerte, menos los
empresarios, que han sabido encarar desafíos enormes y sobresalir en entornos
altamente exigentes en todo el mundo.
Sabemos por experiencia lo difícil que es alcanzar un cambio en la legislación
laboral. Éste solo será posible a través de un acuerdo social y político que
envuelva compromisos y concesiones de todas las partes, sobre las base de una
transacción de derechos y deberes. Pero estamos decididos a impulsar este
proceso, recogiendo lo avanzado por el Consejo de Trabajo y Equidad. Creo en el
diálogo. Y me voy a jugar por él.
Y me voy a jugar, también, por defender contra viento y marea el gasto social.
¿Por qué lo digo aquí, cuando estamos hablando de crecimiento y de empleo, me
preguntarán ustedes? Porque estoy convencido que el gasto social es LA
inversión más rentable que tiene Chile. A través del gasto social estamos
formando personas mas preparadas para mejorar la calidad del empleo y la
productividad, estamos ampliando nuestro mercado doméstico, estamos creando
las bases de una sociedad más estable, estamos combatiendo la inseguridad. Por
esto lo digo aquí, y por esto apelo a un consenso nacional sobre la necesidad de ir
incrementando nuestro mal llamado “gasto social”.
2a Tarea Estratégica: dar un salto en la calidad de la educación.
Dije antes que la prioridad de mi gobierno estará en el empleo. Pero no crearemos
más y mejores empleos si no atacamos a fondo los déficit que arrastramos en la
calidad de nuestra educación.
Mi gobierno va a renovar el compromiso del Estado con la educación pública, para
qué sea un eficaz canal de movilidad e integración social.
Vamos a incrementar sustancialmente la subvención por alumno a todos los
niveles, contra contratos de desempeño.
Usaremos todas las herramientas necesarias para garantizar una gestión
educativa de calidad, tanto en el ámbito municipal como particular-subvencionado.
Esto implica, entre otras cosas, revisar el actual modelo de municipalización,
intervenir las escuelas con peores resultados y mejorar la fiscalización de todo el
sistema.
Respetando los derechos adquiridos del magisterio, vamos a crear una Nueva
Carrera Profesional Docente, con mejores remuneraciones y más reconocimiento
social, pero sujeta a una evaluación obligatoria y a logros en el desempeño
profesional.
En el campo de la educación superior, vamos a garantizar a los estudiantes el
financiamiento adecuado, independiente del tipo de institución y de formación que
escojan. Al mismo tiempo, vamos elevar el aporte a las universidades estatales y a
las no estatales que hagan investigaciones, fomento cultural y extensión.
3a Tarea Estratégica: energía accesible, segura y limpia.
Durante los próximos años el país necesita aumentar en casi un 150% su
generación eléctrica en el Sistema Interconectado Central y 75% en el Sistema del
Norte Grande. Si no abordamos este desafío, toda nuestra estrategia de desarrollo
se caerá como un castillo de naipes. Sobre este tema me voy a extender un poco
más.
Los principios en base a los cuales vamos a actuar son los siguientes:
1. Asegurar un abastecimiento de calidad y del menor costo posible para hogares
y empresas. La factura energética ya es suficientemente elevada y no puede
seguir incrementándose.
2. Elevar nuestro nivel de seguridad energética. ¡Nunca más lo que nos pasó con
el gas natural! Pero aclaro: la cooperación internacional en un marco
diversificado es perfectamente compatible con la seguridad energética.
3. Precios y condiciones de operación atractivos para los inversionistas, con
rentabilidades que impliquen precios que se aproximen a niveles competitivos.
4. Una Ley de Eficiencia Energética que premie a los individuos y empresas que
hacen esfuerzos en este sentido, y que nos benefician finalmente a todos.
5. Un agresivo plan para transformar a Chile en un polo de desarrollo e
innovación de energías renovables no convencionales, donde Chile tiene
ostensibles ventajas comparativas. Nuestro norte tiene de los niveles más
elevados de radiación solar del mundo y eso es una ventaja estratégica que no
podemos desaprovechar. Durante mi gobierno desarrollaremos la Plataforma
Solar del Atacama, que además permitirá la desalinización de aguas y la
expansión de nuestra frontera agrícola.
6. Desarrollo de la hidroelectricidad, que es una fuente propia, almacenable,
renovable, y sin efectos sobre el cambio climático. Es una ventaja competitiva y
comparativa a la cual Chile no puede ni debe renunciar. Bajo mi gobierno la
hidroelectricidad se expandió como pocas veces en nuestra historia, y estoy
orgulloso de ello. La tecnología ha progresado en forma espectacular, y
podemos y debemos desarrollar proyectos hidroeléctricos con responsabilidad
social, con responsabilidad ambiental y con responsabilidad hacia las nuevas
generaciones. Las termoeléctricas estuvieron bien para la emergencia que
vivimos, pero no podemos seguir desplazándonos hacia una matriz carbonodependiente.
Hay numerosos proyectos en proceso de evaluación, que deben
avanzar siguiendo estrictamente la normativa existente. Si la legislación
ambiental no otorga la confianza necesaria, tendremos que reforzarla; ¡pero no
podemos repetir un nuevo Campiche!
7. En cuanto a la energía nuclear, ésta es una cuestión estratégica que Chile no
puede dejar de evaluar si no quiere ver afectada su seguridad nacional.
Necesitamos la legislación, el sistema regulatorio, las instituciones y el
conocimiento técnico adecuados. Pero tiene que haber voluntad política para
avanzar. El gobierno de la Presidenta Bachelet ha realizado valiosos estudios
en la materia. Durante mi gobierno tendremos que crear una Agencia de
Energía Nuclear con estándares de gestión, calidad y planeamiento de clase
mundial.
8. Para desarrollar nuestros ambiciosos planes en materia de energía,
necesitamos del impulso del Estado. Tenemos un ejemplo muy concreto: si no
hubiese sido por el empuje del Presidente Lagos y de la Presidenta Bachelet a
través de ENAP y Codelco, ¿creen ustedes que tendríamos GNL?
Definitivamente no. Por lo mismo, aparte de los roles de regulación y
fiscalización, yo no descarto una participación más directa del Estado, sea
mediante garantías u otras modalidades, en el impulso de proyectos
energéticos innovadores. Necesitamos más energía, más segura y más barata;
y si el Estado debe actuar para ello, lo hará.
4a Tarea Estratégica: ser protagonistas de la nueva “economía verde”.
Los que creen que el cambio climático es un fenómeno hipotético, se equivocan:
todos los gobiernos del mundo están actuando decididamente para hacerle frente.
Los que imaginan que este fenómeno no afectará a Chile, se equivocan: el cambio
climático tendrá gigantescos efectos sobre nuestra vida, y hay que tener una
estrategia para adaptarse. Los que suponen que éste es un asunto del mundo
desarrollado, también están equivocados: un país como el nuestro, incrustado
como pocos en la globalización, se verá necesariamente afectado por las políticas
que el mundo adopte frente al cambio climático. Los que insisten con que este es
un tema de la izquierda, están muy equivocados: basta ver al Partido Conservador
británico, cuyo nuevo slogan es “vote azul y vuélvase verde.”
En fin, los que suponen que los efectos sobre Chile sólo se verán en el largo plazo
se equivocan rotundamente. Cualquier día de estos nuestras exportaciones se
pueden ver afectadas por penalizaciones impuestas por los países desarrollados
por la emisión de gases con efecto invernadero.
De otra parte, somos testigos de cómo los países desarrollados están destinando
billones de dólares para avanzar hacia una “economía verde”. El giro de los
Estados Unidos bajo el Presidente Barack Obama ha convertido esta tendencia en
un fenómeno global. Estamos ante una nueva revolución industrial. La “economía
verde” será un gran foco de la innovación y de creación de empleos en el futuro.
Chile se ha quedado abajo de muchas otras revoluciones industriales; ¡no nos
quedemos abajo de esta!
Debemos actuar ahora, y mirar esto una oportunidad. No podemos quedarnos
afuera ni llegar atrasados a este cambio de paradigma, que afectará la forma
como comerciamos, producimos, como consumimos, como nos transportamos,
como habitamos en las ciudades, etc.
Lo que propongo es poner a Chile entre los 10 países emergentes que están a la
vanguardia en el combate al cambio climático y en la construcción de una
“economía verde”, colocándonos metas exigentes en materia de emisión y
efectuando inversiones cuantiosas en la materia.
Al mismo tiempo, tenemos que evitar que los países desarrollados descarguen
sobre los países emergentes como el nuestro los costos de la reducción de
emisiones de gases de efecto invernadero. No podemos aceptar que nos
castiguen por una fiesta a la que no fuimos invitados. Ni podemos permitir,
tampoco, que se desconozca el aporte que hace Chile al planeta con sus grandes
plantaciones forestales y su matriz energética no contaminante.
Tenemos que sentarnos todos juntos a pensar en cómo defender los intereses del
país y en como ajustar nuestra economía a ese mundo que viene. Todos: Estado,
empresarios, científicos, trabajadores, ONGs y sociedad civil.
5ª Tarea Estratégica: fomento de la competencia y apoyo al emprendimiento.
Vamos a transformar el Ministerio de Economía y Reconstrucción en un Ministerio
de Desarrollo Económico, para alinearlo con el esfuerzo que los privados deben
realizar para competir con éxito en el mundo post crisis.
Quiero que sepan que en materia de intervención del Estado para facilitar el
emprendimiento, voy a pedir perdón todas las veces que sea necesario, pero no
voy a pedir permiso. Voy a usar todas las herramientas que permite la ley (y si hay
que cambiar la legislación, lo propondré al Parlamento para su decisión), para
fomentar el crecimiento y crear empleos productivos.
La crisis internacional ha hecho que recursos financiero y humanos de todo el
mundo estén buscando oportunidades. Gracias a que hemos hecho las cosas
bien, Chile se presenta como una plaza atractiva. Proponemos crear instrumentos
para atraer esos recursos a sectores estratégicos. Para este fin vamos a proponer
una Ley de Atracción de Inversión Estratégica y reformularemos el Comité de
Inversiones Extranjeras.
Vamos a respaldar sin vacilaciones a las grandes empresas chilenas para que se
conviertan en jugadores líderes a escala regional y global. Y vamos consolidar a
CODELCO como una empresa de clase mundial. Hay que aprobar la ley que está
en el congreso para darle gobierno corporativo adecuado, sacarle la mochila que
reprsenta la Ley Reservada del Cobre (que como se ha visto en estos días, se ha
prestado para casos de corrupción escandalosos), y darle acceso, a través de
fórmulas imaginativas, a los 10 billones de dolares que necesita en los proximos
años para desarrollar sus proyectos.
Vamos a dar apoyo a las empersas de menor tamaño para que puedan
profesionalizarse y acceder al mercado de capitales. Queremos reducir el costo
del fracaso, y apoyar con instrumentos específicos la re-conversión y el reemprendimiento
cuando ello sea necesario. Vamos a crear una agencia pública
independiente, cuyo rol será defender a los emprendedores de menor tamaño ante
abusos de empresas privadas o de agencias del Estado.
Vamos a instaurar un diálogo estratégico permanente ente Empresarios,
Trabajadores y Estado, para concordar directrices orientadoras que nos ayuden
elevar el ritmos de crecimiento del país, así como la capacidad de generar
empleos. Tenemos que estar conversando sobre como adaptarnos a las
realidades cambiantes. Por lo mismo, el Diálogo Social permanente no es un
capricho ideológico; es una necesidad estratégica para el desarrollo económico de
un país pequeño como el nuestro. Así lo demuestra toda la experiencia
comparada.
6ª Tarea Estratégica: infraestructura para la competitividad y la calidad de
vida.
Es cierto que en esta materia hemos avanzado una enormidad en los últimos
años, y estoy orgulloso de lo que pudimos hacer durante mi gobierno anterior.
Pero en este plano, no avanzar implica retroceder. Mi propósito es dar nuevos
pasos al menos en las siguientes cuatro áreas.
1. Necesitamos mejorar permanentemente nuestra conectividad con la región y
con el mundo, porque de esto depende nuestro desarrollo. Con este fin
pondremos énfasis en el mejoramiento y multiplicación de los pasos
fronterizos, en aumentar la dotación de aeropuertos, y en mejorar nuestra
infraestructura portuaria. Un proyecto que vamos a estudiar concienzudamente
es el túnel de baja altura en el paso Los Libertadores.
2. El agua tiene un carácter estratégico, pero en Chile la botamos por carecer de
la institucionalidad adecuada. En nuestro país el agua es un bien nacional de
uso público. Pero el actual Código de Aguas no entrega los instrumentos para
hacer cumpir esta condición, al punto que en algunas regiones, como Atacama,
se está llegando a una situación cercana al colapso por la cesión indiscrimada
de derechos de agua. Nos proponemos actualizar el Código de Aguas para
mejorar la gestión de este recurso, asumiendo que éste debe adaptarse a la
realidad de cada región.
3. También en relación al agua, nos proponemos aumentar el volúmen de agua
embalsada, y extender el abastecimiento de agua potable a zonas rurales y su
saneamiento. Así mismo, estableceremos un sistema de compensaciones
hídricas, que significa que todo proyecto que ingrese al sistema de evaluación
de impacto ambiental que demande agua, debe compensarlo o mitigarlo.
4. Vamos a seguir desarrollando la infraestructura necesaria para mejorar la
calidad de vida de los chilenos. Algunos puntos críticos son los by pass en las
ciudades, para que éstas no se vean inundadas de camiones; la armonización
de las autopistas urbanas con las áreas verdes; la mejoría de los espacios
públicos; y continuar la construcción de colectores de aguas lluvia.
Adicionalmente vamos a mejorar las condiciones de operación de la pesca
artesanal, crearemos nuevos espacios públicos costeros, y seguiremos con la
renovación de las ciudades-puerto.
5. Y vamos a continuar, desde luego, construyendo la infraestructura necesaria
para la plena integración del territorio nacional, mediante la construcción de
nuevas rutas como la Costera y la Altiplánica, la Inter-Lagos, la Austral, y la
Yendegaia en Tierra del Fuego, entre otras. Así mismo, reforzaremos la
conectividad de la zona austral, desde Los Ríos hasta Magallanes.
Para lograr todo lo anterior vamos a expandir el sistema de concesiones, el cual
se inauguró durante mi gobierno. Seguimos pensando que la alianza públicoprivada
es básica para desarrollar las nuevas rutas, conservar las redes viales,
construir nuevos puentes, mejorar los aeropuertos, así como edificar hospitales y
otra infraestructura pública.
7ª Tarea Estratégica: modernizar el Estado.
Si no avanzamos en la modernización del Estado, francamente se los digo, no
podremos llevar a cabo las tareas estratégicas que he mencionado anteriormente.
Ni podremos, tampoco, aprovechar las oportunidades que abre a Chile la nueva
economía global post crisis. Necesitamos, pues, hacer un gran esfuerzo de
modernización del Estado, llevando la cooperación publico-privada a niveles
inéditos en nuestra historia.
Noto con preocupación que estamos comenzando a padecer una cierta fatiga
institucional. Si no la enfrentamos, esto va a repercutir en nuestro crecimiento, y
también en la gobernabilidad del país. Hay muchos síntomas de esta fatiga,
algunos más visibles que otros.
El primero es el problema de seguridad ciudadana. Se necesitan más recursos y
mejores políticas, no hay duda; pero se requieren también mejores instituciones,
más profesionalización, y mejor gestión y coordinación.
El segundo es el tema de los pueblos originarios. Rechazo totalmente los actos de
violencia que se han perpetrado últimamente, y estoy por aplicar todos los
recursos que la ley dispone, porque en Chile somos todos iguales ante la ley. Pero
esto no debe llevarnos a pensar que la solución de este asunto es meramente
policial y judicial. Hay aquí envueltos temas de justicia, de dignidad, de
integración. Tenemos que aprender de lo que han hecho otros países parecidos a
nosotros, como Nueva Zelandia. Chile no tendrá un desarrollo sostenible si no
enfrenta este tema: así de claro. Tenemos que crear una institucionalidad y una
cultura que incorpore y reconozca a nuestros pueblos originarios, que son la raíz
del pueblo chileno. Es una deuda que tenemos no solo con ellos, sino con
nosotros mismos.
El tercer fenómeno que me inquieta es el retraso que tienen los proyectos de
inversión por efecto de trabas burocráticas y de señales contradictorias de parte
de diferentes autoridades. A los amantes del trámite, a los “apitutados”, a los
“operadores políticos”, a los “facilitadores”, quiero decirles que no tendrán espacio
en mi gobierno. No puede ser que las instituciones del Estado (incluyendo a los
municipios) compitan entre sí por quién le pone más trabas a las empresas que
quieren desarrollar un proyecto. Las empresas deben respetar las leyes y
regulaciones, no hay duda; pero hay que terminar con este deporte de quién le
pone más trabas a la inversión.
El cuarto tema que me preocupa son los signos de corrupción, tanto a nivel del
sector público (en todos sus niveles) como del privado. La Alta Dirección Pública,
bajo el Presidente Lagos, y la Ley de Transparencia, bajo la Presidenta Bachelet,
fueron dos reformas revolucionarias. Nos proponemos dar nuevos pasos de este
mismo tenor.
En quinto lugar, quiero decir que el grado de centralismo que tienen nuestras
instituciones ya no da para más. Un informe reciente de la OECD señala que el
centralismo es uno de los factores que explica la caída de nuestra productividad.
La noción de que todo fluye desde arriba hacia abajo, desde Santiago a las
regiones, y de que hay una solución que es válida para todo Chile, está agotada.
Chile es cada vez más diverso y más complejo. Llegó la hora de pensarlo y de
gestionarlo desde las regiones, con estrategias y políticas específicas a cada
contexto. Que hay riesgos en esto, lo sé; pero a la larga, la descentralización será
buena para nuestra democracia, nuestra economía y nuestra calidad de vida.
Por último está la crisis de legitimidad que están padeciendo las instituciones
democráticas, desde el parlamento a los partidos. Algunos parecen gozar con
esto, sin darse cuenta que estas instituciones con vitales para la gobernabilidad y,
por ende, para el desarrollo del país. Devolverles legitimidad a estas instancias,
aumentando la transparencia, la rendición de cuentas y la democracia interna, es
una tarea urgente.
Podría poner muchos otros síntomas de nuestra fatiga institucional y de los
campos donde es indispensable la modernización del Estado. Pero lo que me
interesa subrayar es que son este tipo de problemas, y no una cuestión ideológica,
lo que me ha llevado a plantear que pongamos en discusión una nueva
Constitución. Es necesario, y estamos de sobra maduros para tener esta
discusión.
4. “REVISAR NUESTRO CAMINO”
Ustedes me conocen: yo soy esencialmente un hombre práctico. A mí no me
interesa entrar en un debate acerca de quién tenía razón y quién estaba
equivocado respecto a la crisis internacional. No me interesa dilucidar qué
aspectos de las teorías económicas fallaron, ni si el futuro del capitalismo seguirá
por la senda estadounidense o irá por la senda europea o la china. Dejémosle esto
a los intelectuales. Yo no tengo ideologías ni dogmas que defender.
A veces me critican por ello, pero soy esencialmente pragmático. No pragmático
en el sentido del que renuncia a sus sueños; soy pragmático en el sentido de una
vocación permanente por hacer los sueños realidad. Sólo creo en los modelos que
funcionan; en aquellos que demuestran servir para conseguir los valores en los
que creemos: justicia social, libertad, felicidad.
Yo no soy de los que tienen un discurso para cada audiencia. Voy a ir con este
mismo equipo a plantear nuestra estrategia de crecimiento ante dirigentes
sindicales, líderes de la sociedad civil y medianos y pequeños empresarios. El
país tiene que encarar tareas estratégicas de gran envergadura. Y para abordarlas
requiere diálogo, requiere cooperación público-privada, requiere acuerdos
transversales, requiere unidad nacional.
No vamos a tener mas crecimiento sin mas innovación. No vamos a tener más
innovación sin mayor competencia. No vamos a tener más productividad sin mejor
capital humano, sin mejor infraestructura y sin energía a precios razonables. No
vamos a tener más desarrollo sin más emprendimiento. No vamos a tener más
emprendimiento sin mmayor protección social, sin mayor apoyo a las buenas
ideas. Y no vamos a tener mejor calidad de vida sin cuidar nuestro medio
ambiente. Para conseguir todo esto, requerimos más Estado. Lo dije en otra
ocasión y lo repito: más Estado. Y desde luego, un mejor Estado.
En los últimos 30 años, en parte por los excesos del pasado, pero en parte
también por corrientes ideológicas que llegaron a demonizarlo, en Chile hemos
tenido que dar explicaciones cada vez que hemos querido que el Estado
intervenga en la economía.
Esto se acabó.
El Papa Benedicto XVI, en su encíclica reciente, nos recordó que el mercado tiene
muchos méritos, pero no produce la “cohesión social”, lo cual “es responsabilidad
sobre todo de la comunidad política”. Y con relación al Estado señaló: “su papel
parece destinado a crecer, recuperando muchas competencias” para “corregir
errores y disfunciones”.
La crisis económica mundial, nos indicó también el Papa, “nos obliga a revisar
nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de
compromiso”. Yo los invito a acoger su llamado. A abrir las mentes y quebrar los
prejuicios, y buscar acuerdos sobre los cambios de fondo que se requieren para
que Chile alcance un desarrollo sostenible en esta generación.
Muchas gracias por vuestra atención a estas ideas que quisiera sean objeto de un
gran debate nacional.
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